Walmart no desiste de abrir en la Gran Manzana
El primer retailer mundial, el estadounidense Walmart, comenzo ayer 10 de enero, una campaña publicitaria y mediática para conseguir el apoyo de los neoyorquinos en su batalla con las autoridades de Nueva York por obtener un permiso que le permita abrir su primer establecimiento en la Gran Manzana. Con el nombre “Walmart New York City" anuncios, mensajes de correo electrónico y en redes sociales y una nueva pagina web forman parte de esta campaña mediatica que se enfrenta al movimiento opositor "Walmart free NYC" (un Nueva York libre de Walmart) promovido por comeraintes y lideres locales.
Con el lema «Ayudando a Nueva York a ahorrar dinero y vivir mejor» el nuevo portal web pretende convertirse en un foro comunitario para clientes, socios, accionistas y funcionarios públicos “para que conozcan mejor a Walmart mientras evaluamos oportunidades en la ciudad» señala la compañía. Y lo hace avalada por los datos de una encuesta reciente en la el 71 % de los neoyorquinos se mostró a favor de la instalación del retailer líder en la ciudad y evitar así desplazamientos. Sólo en 2010 los neoyorquinos gastaron más de 165 millones de dólares en establecimientos de Walmart fuera de la ciudad.
La campaña llega cuando faltan dos días para que las autoridades de Nueva York decidan si permiten a la gran cadena minorista entrar en la Gran Manzana, donde los pequeños comerciantes y distintos líderes comunitarios se han mostrado siempre contrarios a su llegada, ya que la ven como una amenaza a su negocio.
Esos opositores se han reunido incluso bajo el paraguas de una sola organización, a la que han llamado «Walmart free NYC» (Un Nueva York libre de Walmart) que ha emitido un comunicado en el que critica duramente la campaña lanzada por la firma. En ese texto, la organización destaca la existencia de varios estudios que muestran cómo la presencia de Walmart conlleva «la destrucción de empleo y los pequeños negocios en las zonas urbanas en las que ha abierto» refiriendose a ciudades como Chicago y Washington donde consiguió los permisos tras desplegar campañas publicitarias y mediáticas como la iniciada en Nueva York.