Urende y Miró y la crisis de electro
Establecimientos Miró presentaba concurso voluntario de acreedores, el pasado mes de mayo. Urende lo haría el 6 de junio. Ambas medidas afectan de forma conjunta a más de centenar y medio de tiendas y a dos millares largos de trabajadores. A las dos compañías les había precedido el anuncio de PC City de abandonar el negocio en España como así ha sido. Las oportunidades que dejen tanto Miró como Urende, con proyectos de venta de sus tiendas no estratégicas, serán aprovechadas por los líderes sectoriales para acelerar su expansión.
Establiments Miró, empresa fundada en 1977 por Francesc Miró en Martorell (Barcelona) presentaba concurso voluntario de acreedores el 19 de mayo pasado. La empresa con un total de 141 tiendas y 1.500 trabajadores, había conseguido en el ejercicio 2010 un crecimiento en ventas del 4,5 % hasta los 347,4 millones de euros, después de dos años de caída en las cifras. Sin embargo en los primeros meses de este año el desplome en la facturación ha dejado la compañía en manos de sus acreedores. A partir de esa fecha, la empresa trazó un plan enfocado en Cataluña de forma que conservaría las tiendas de allí y se desprendería del 20 % que se localizan fuera de esta comunidad autonóma. El objetivo es reducir su deuda. Con un pasivo actual de 260,39 millones de euros, los bancos podrían hacerse cargo de 160 millones.
En este sentido, el servicio jurídico de Establiments Miró ya ha redactado una propuesta anticipada, que deberá ser aceptada por el 20% del pasivo de la deuda. La propuesta pasa por dos opciones; la primera establece una quita del 40% del pasivo y el abono del 60% restante a pagar en cinco años. La segunda es el pago del 100% de la deuda pero a plazo de 10 años. Si se logra firmar este convenio, se podrá levantar el concurso de acreedores.
El plan de viabilidad comenzaría con un ERE que afectará a 493 empleados al que se unirá el cierre de las tiendas menos competitivas. En total afectará a 53 establecimientos y se baraja la posibilidad de traspasar o vender algunas tiendas con la condición de mantener a sus empleados. La cadena de tiendas podía quedarse con 80 establecimientos.
CIERRE O VENTA DE 16 TIENDAS
La cadena andaluza Urende, también especialista en el sector de electrónica de consumo, está también a la espera de las negociaciones entre la empresa y los representantes sindicales que deberán reunirse esta misma semana. La empresa mantiene su plan de despedir a 450 trabajadores de los 727 que tiene en España y cerrar 16 de sus 22 tiendas. No obstante, la compañía ha informado de que algunas de esas 16 tiendas podrían ser compradas por otros operadores, conservándose el total de la plantilla. Los trabajadores se muestran muy inquietos dado que no se menciona que tiendas serán las clausuradas además de haber conocido que no hay liquidez para acometer los pagos salariales a partir del próximo mes de septiembre.
Urende arrastraba resultados negativos desde 2006, con la excepción de 2007. En 2009 las pérdidas ascendía ya a 50 millones de euros, para unas ventas de 204 millones (70 millones menos que en 2008). La compañía, perteneciente al grupo Sánchez- Ramade, ha visto agravada su situación por el concurso de acreedores presentado en Noriega, división inmobiliaria de la organización, que ha repercutido en
Con una red de 22 establecimientos, que suman cerca de 53.000 m2 y una red de tiendas asociadas con más de 250 puntos de venta, Urende se enfrenta a un total de 2.437 acreedores y una deuda de 1.579 millones de euros, de los cuales 420 son créditos contingentes. Además, el pasado febrero, el grupo cordobés se desprendió de las dos únicas enseñas que le quedaban de la división tecnológica, Diasoft y Diasoft Formación, después de cerrar un acuerdo valorado en más de dos millones de euros con la sociedad malagueña Novasoft. A ello hay que sumar el preacuerdo alcanzado con Cineworld para vender Cinesur.