Urende, punto y final
La cadena de electrodomésticos, electrónica y menaje del hogar, ha solicitado su liquidación, ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas y alcanzar un convenio con los acreedores. Urende, que entró en concurso voluntario de acreedores hace más de un año, cerrará las cuatro tiendas que todavía operaban en Córdoba, Jaén, Granada y Ciudad Real y despedirá a sus últimos 110 empleados. Punto y final para una empresa que, el pasado mes de febrero, aplicó un ERE que afectó a cerca de 600 trabajadores de su plantilla y clausuró 18 tiendas.
El Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba ha decretado auto de liquidación de la empresa, que se ha acogido al artículo 142.1 de la Ley Concursal, que permite al deudor reclamar la liquidación en cualquier momento. De esta forma, ha sido la propia la compañía la que ha exigido su extinción.
No obstante, la resolución judicial tendrá efecto a partir del 20 de enero de 2013, para que Urende pueda realizar su última campaña de Navidad. Una vez disuelta, sus administradores serán sustituidos por la administración concursal, quien, en el plazo de 15 días, desde la notificación de la resolución, adoptada el 22 de noviembre, presentará un plan para la administración de los bienes y derechos de la empresa. La resolución es apelable en el plazo de 20 días..
Urende perteneciente al grupo Sánchez- Ramade, arrastra resultados negativos desde 2006, salvo la excepción de 2007. En 2009 (últimos datos conocidos) las pérdidas ascendían ya a 50 millones de euros, para unas ventas de 204 millones (70 millones menos que en 2008).
Antes de agravarse su situación contaba con una estructura de 22 establecimientos con (cerca de 53.000 m2). Una tupida red de tiendas asociadas, con más de 250 puntos de venta y más de 30.000 referencias de primeras marcas.
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