Uno de cada tres españoles consume snacks de cereales
En etapas de recesión económica, los consumidores siguen permitiéndose pequeños caprichos. Según un estudio de Nielsen, el 65% de los españoles no ahorra recortando gastos en “productos indulgentes”. En esta definición entran los snacks sanos, presentes en uno de cada tres hogares.
Una categoría joven, que nació hace apenas ocho años y ya factura más de 50 millones de euros. La mayor demanda corresponde a las variedades de dietéticos (35%) y muesli (28%), pero fibra, con el 13%, es la que más crece (+ 64%). No obstante, se trata de un segmento que llega a consumidores que previamente no tomaban cereales en el desayuno. Sólo el 20% de los hogares que consumen cereales, ingiere también snacks.
El 75% de los compradores los adquiere para consumo propio; un 22% en función del sabor y el precio; un 49% por el tipo y un 19% por la marca.
Madrid y Cataluña, regiones con grandes urbes, donde la gente dispone de poco tiempo, experimentan los mayores índices de consumo en snacks de cereales, mientras que Andalucía detenta la tasa más baja.
Kellogg se posiciona como la referencia líder del mercado español, una cuota del 50%, en un segmento que ya representa el 16% de la facturación de la compañía. Sus competidores más próximos (Nestlé, con el 6,2% y Hero, con el 7,8% ) se colocan a gran distancia, superados por la MDD, que alcanza una penetración del 34%, de acuerdo con los datos de IRI.
La innovación y el desarrollo se han convertido en motor de crecimiento de la multinacional, que cuenta con un portafolio de más de 20 productos “que combinan salud y placer para picar entre horas”, bajo sus principales marcas, Bizcochito All.Bran Fruta y Fibra, Mini Breaks Special K o barritas Optivita, entre otras.
Actualmente, Kellogg cuenta con plantas de producción en 19 países y distribuye sus productos en más de 180 mercados. La firma, que entró en España en 1977, cerró el ejercicio 2007 con unas ventas globales de casi 12.000 millones de dólares (9.120 millones de euros).