Tesco “infló” sus resultados semestrales
El 23 de octubre es el día anunciado para conocer las verdaderas cuentas de Tesco, que deberían haberse hecho públicas el 1 de este mes. Sin embargo, el balance ha tenido que retrasarse, después que el pasado mes de agosto, el beneficio de la primera mitad del año fuese “inflado”, con una previsión de resultados de 1.100 millones de libras (1.399 millones de euros). Una incidencia cargada de repercusiones negativas para la ya lastrada evolución del minorista británico.
El “plus” inyectado en los resultados (hasta agosto 2014) supone una sobrevaloración de 250 millones de libras (318 millones de euros), detectada durante la preparación de las cuentas semestrales. La cadena descubrió la manipulación en el negocio de alimentación del en Reino Unido, donde cuatro altos directivos han sido suspendidos de sus cargos. Aunque su identidad no ha sido desvelada, las informaciones aparecidas en los medios nacionales apuntan al director general del Reino Unido, Chris Bush, como uno de ellos.
RESPUESTA DE LEWIS
Nada que ver con el nuevo hombre fuerte de la compañía, Dave Lewis, consejero delegado, desde el 1 de septiembre, que ha estrenado el cargo con graves problemas internos y comerciales. “Hemos descubierto un problema grave y hemos respondido de forma acorde. El presidente y yo hemos actuado con rapidez para establecer una investigación exhaustiva e independiente», ha asegurado el flamante CEO, que ha sustituido a Philip Clark, quien, después de 40 años en la empresa, adelantó su jubilación al conocer la estimación de beneficios.
Lewis ha encargado a Deloitte una investigación exhaustiva sobre las cuentas, pero el daño ya está hecho y no hará más que agravar la situación actual de Tesco. Las acciones del grupo han caído más del 11% en la bolsa de Londres, tras conocerse la incidencia y la evolución de los último ejercicios, tampoco paliará los efectos generados ahora.
Tesco lleva tiempo perdiendo cuota de mercado y sus márgenes se han estrechado. Si las cifras hubieran sido correctas, el resultado hubiera retrocedido un 46%. Este suceso se convierte en el tercer profit warning (aviso de reducción de los beneficios esperados) de la compañía a lo largo de 2014. Los otros dos estuvieron motivados por la disminución de ventas y de márgenes en sus supermercados.