Tecnología para alargar la vida útil del turrón
Con el objetivo de garantizar una larga vida útil del turrón, el centro tecnológico Ainia ha desarrollado un prototipo inteligente que permite a los fabricantes detectar el momento en el que éste pierde calidad debido a la oxidación de los frutos secos que lo componen.
La herramienta se sirve de una serie de sensores que consiguen detectar las pequeñas variaciones en la composición química y sensorial – el sabor y el olor- del turrón. En concreto, analiza el proceso de degradación – esto es, la oxidación- de los ácidos grasos insaturados presentes en las almendras y otros frutos secos.
La vida útil del turrón se sitúa entre los 15 y 18 meses desde su fabricación. Pero la oxidación de los frutos secos que lo componen puede originar que éste sepa a rancio. O, incluso, que se formen compuestos tóxicos perjudiciales para la salud.
A diferencia de otras tecnologías, este prototipo es capaz de detectar los cambios producidos en los frutos secos en unos minutos, frente a las dos o tres horas que tardan los métodos convencionales. Desde el centro tecnológico aseguran que esta herramienta permitirá aumentar y estandarizar la calidad de los productos de larga vida útil.
La solución forma parte del proyecto Retox, en el que han colaborado las empresas Intertronic Internacional y Almendra y Miel.