Sonae, lleva al Parlamento Europeo, su Libro Blanco sobre innovación en el sector alimentario
La capacidad de que Europa diseñe soluciones y tecnologías innovadoras, es esencial para la competitividad en un mundo global. Se trata de un requisito previo indispensable para el crecimiento, así como de un factor clave para garantizar un futuro más sostenido.
Esta es una de las conclusiones del Libro Blanco “The Future of Food” presentado por Sonae en el Parlamento Europeo, en Bruselas.
El estudio, destaca las necesidades urgentes para el florecimiento de un comercio innovador, incluyendo también recomendaciones sobre el papel de la Unión Europea y de los gobiernos locales, con base en las discusiones de la Conferencia “Food 2030”, realizada en Plovdiv durante la presidencia de Bulgaria de la Unión Europea, y que estarán en el centro del debate sobre el futuro Programa-Marco de Innovación e Investigación de la UE, Horizon Europe.
Según el estudio, las universidades, los centros de investigación, las grandes y pequeñas industrias, asociaciones del sector alimentario y otros agentes relevantes, tienen un papel que cumplir para garantizar el desarrollo eficaz de soluciones alimentarias innovadoras, siendo el puente entre la investigación y la oferta de productos a los consumidores. Individualmente no es posible alcanzar ese objetivo, por lo que se hace imperativo establecer proyectos conjuntos y objetivos comunes entre estas entidades para desarrollar un futuro alimentario sostenible en Europa.
“El momento de este Libro Blanco no podía ser más oportuno”, comenta el anfitrión del evento, el eurodiputado portugués Carlos Zorrinho (S&D). “La contribución de todos los agentes es crucial para hacer nuestro trabajo relevante y analizaremos con atención las recomendaciones propuestas sobre cómo fomentar un comercio innovador en la UE.”
La colaboración no es importante sólo para gobernantes o comerciantes, también es fundamental para el desarrollo sostenible del sector. Es importante para todos como ciudadanos concienciados, para la sostenibilidad de nuestro planeta y para las generaciones futuras. Sólo la unión de todos los agentes, que compartan su diversidad de conocimiento, experiencia y visión, garantizará el éxito.
Los comerciantes tienen un papel crucial en el fomento de esta colaboración, ya que están en el centro de una red que engloba agricultores y productores alimentarios, así como a especialistas tecnológicos, académicos, startups, pymes y operadores logísticos, e incluso a los propios consumidores, poseyendo amplio conocimiento de toda la cadena de abastecimiento.
Sin embargo, según el análisis, este papel es a veces ignorado, puesto que las políticas y el marco legal del ámbito de operación de los comerciantes son definidos enfocándose en el papel que desempeñan en cada lado de la cadena de valor. Este lapsus puede acabar impidiendo la inversión, dado que el sector depende de un marco tolerante para poder cumplir íntegramente sus capacidades de innovación. En ese sentido, la colaboración entre los distintos agentes de la cadena alimentaria debe comenzar por la colaboración entre las entidades privadas y públicas, siendo crucial que comerciantes y gobernantes establezcan un diálogo continuo y sostenible, en un proceso mutuamente beneficioso.
Aunque los comerciantes puedan beneficiarse de un ambiente más animador, en el que los objetivos de los programas de I+D, los marcos legislativos y las iniciativas de las empresas estén perfectamente alineadas, también los gobernantes se benefician de un comercio innovador. La UE debería afrontar la innovación eficaz como una oportunidad para lanzar un mensaje directo a los consumidores sobre su contribución a la sociedad y en particular al crecimiento, la competitividad y competencias.