Bizum y monederos virtuales de blockchain, los sistemas de pago del metaverso
El comercio virtual que se prevé vivir en el metaverso, impulsará los métodos de pago digitales como el blockchain.
El metaverso, considerado como la evolución del actual internet donde será posible acceder a un universo paralelo a la vida real a través de avatares, no solo traerá consigo nuevas formas de relacionarse, también un comercio online que impulsará nuevos métodos de pago digitales, entre ellos el blockchain.
Según un análisis realizado por PaynoPain, la creación de este escenario supone una nueva oportunidad para posicionar productos y servicios digitales que ofrecer a los consumidores representados a través de avatares. Lo que permitirá a su vez la réplica virtual de actividades cotidianas como comprar en un establecimiento virtual o asistir a un concierto.
“La posibilidad de desarrollar actividades comerciales y financieras en este nuevo mundo virtual puede suponer una revolución para el sector bancario, porque es altamente favorable para el intercambio de monedas digitales. En este sentido, veremos el nacimiento de nuevas soluciones Fintech que marcarán el futuro de los pagos digitales y el intercambio de divisas en este universo paralelo”, comenta Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain.
De acuerdo con la compañía de pagos, una de las tecnologías que tendrá gran adopción en el metaverso será el blockchain, que en los últimos años ha demostrado una potente capacidad de confirmación instantánea de pagos e información, con un alto grado de seguridad a la hora de realizar pagos entre pares (P2P) y posee gran adaptabilidad en todos los medios de pagos digitales.
Cualidades que, tal y como recuerdan, posibilitan el intercambio de activos digitales como NFT, criptomonedas y otros activos que puedan desarrollarse próximamente. Estas divisas virtuales podrán usarse para comprar en los mercados del metaverso mediante un monedero virtual basado en blockchain.
El impulso que traerá consigo el metaverso en los pagos digitales podría aparejar un descenso del uso del efectivo e incluso su desaparición. Tal y como evidencia que distintos bancos centrales estén desarrollando la versión virtual de la moneda que emiten, concluyen.