Siete razones para consumir productos ecológicos, según Vrai
El consumo saludable, y con ella los productos ecológicos, también llamados orgánicos, eco o bio, son una tendencia en alza. No es una moda más o menos efímera. La demanda es cada día mayor, porque también es mayor la concienciación de la sociedad y la certeza de que estos productos son más saludables para el ser humano, e igualmente beneficiosos para los animales y el medio ambiente.
Vrai, marca pionera y líder en productos lácteos ecológicos, resume en estas 7 las razones por las cuáles es bueno consumir productos ecológicos
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POR SALUD. No utilizan conservantes, ni colorantes, y tampoco antibióticos, fertilizantes químicos o pesticidas. No tienen incidencia negativa en nuestro metabolismo, porque al no tener trazas sintéticas, se asimilan mejor. Además, tienen más nutrientes, gracias al uso de fertilizantes naturales, con más presencia de vitaminas, minerales y antioxidantes y una mayor calidad en los hidratos de carbono y proteínas, en el caso de la carne
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POR SU GRAN CANTIDAD DE BENEFICIOS. Son productos de temporada. Esto es, productos que se dan naturalmente en cada estación y que, por tanto, no necesitan aditivos para su conservación posterior. Y además son más ricos en nutrientes.
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SON RESPETUOSOS CON EL MEDIO AMBIENTE. Cuidar el planeta y conseguir un consumo sostenible son dos de los grandes objetivos de estos productos. Reducir la contaminación del agua y el aire supone evitar riesgos para nuestra salud y un compromiso con el futuro, luchando contra el efecto invernadero y logrando una mayor eficiencia energética con el uso de fuentes renovables.
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CUIDAN LA GANADERÍA. Está comprobado que la cría y alimentación de los animales con alimentos ecológicos es más saludable para ellos. A diferencia de otros sistemas de producción en los que los animales están encerrados y prácticamente hacinados con el único fin de ser “rentables”, la ganadería ecológica les permite vivir en condiciones de mayor libertad, para que tengan un desarrollo normal y gocen de una mejor salud. Esto repercute en el resultado final, y al no utilizar hormonas ni métodos de inseminación artificial, también ayuda a conservar las especies locales, las más aptas para esa zona.
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TIENEN MÁXIMOS NIVELES DE CALIDAD. Desde la selección de la materia prima hasta que realizamos la compra, las empresas oficiales de control garantizan que la totalidad de los procesos cumplan con todos los estándares de calidad, que son más numerosos y más exigentes que en otros productos alimentarios. De esta manera, nos permite saber que los productos ecológicos son cien por cien fiables a la hora de consumirlos. Y por otro lado, los propios procesos permiten mantener la pureza de todos los ingredientes, y eso se nota en su sabor.
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NO SON TRANSGÉNICOS. Los organismos genéticamente modificados o transgénicos no se aceptan en los estándares de la agricultura ecológica. Aunque aún queda camino por recorrer en el conocimiento de la relación a largo plazo entre su consumo, la seguridad de su uso y sus consecuencias para nuestro planeta y nuestra salud.
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SON ECOLÓGICOS DE VERDAD. Para que un alimento sea ecológico, al menos el 95% de sus ingredientes debe provenir de la producción ecológica, y el resto debe justificarse. Además de pasar por rigurosos controles, deben contar con certificados oficiales en todas sus prácticas, regulados por la Unión Europea. Los Consejos Reguladores de las diversas comunidades se encargan de vigilar que los productos que se venden con etiqueta ecológica lo sean de verdad. Estas etiquetas garantizan que un producto ha sido elaborado siguiendo las prácticas apropiadas y son un aval de la calidad ambiental de los productos ecológicos.