Schlecker, encrucijada en el mercado español

La cadena alemana Schlecker, la más grande del mundo en el mercado de droguería-perfumería, no ha podido impedir que la quiebra en su país de origen salpique a l otros países. Es el caso de España. Cuando parecía que el negocio podía resistir, ajeno a las dificultades de la matriz, se anuncia la búsqueda de comprador para la delegaciones extranjeras, entre ellas, la española.

España era uno de los mercados más rentables del grupo, con más de 1.000 sucursales, la mayoría en Cataluña, que hasta hace unas semanas “presumían” de buena salud. Ahora, todo ha cambiado. Desde Alemania, la compañía explica que, a pesar de haber reducido las pérdidas hasta casi 25 millones de euros, desde los 200 iniciales, no hay vuelta atrás.

La cadena no ha podido cumplir con el plan de saneamiento. Dada la importancia de Schlecker en Alemania, donde es uno de los grandes consorcios empresariales, se barajaron diferentes opciones para su salvación. Incluso se llegó a hablar con los responsables de finanzas de los 16 landers para llegar a un acuerdo basado en una aportación económica de cada uno de ellos. Sin embargo, Baviera se opuso y la operación fue desestimada. La canciller, Angela Merkel, también tomó cartas en el asunto y prometió ayuda a través de la Agencia Federal de Trabajo.

Todo fue inútil. En enero, Schlecker se declaró insolvente en Alemania, con el resultado de 11.000 trabajadores despedidos y 2.200 sucursales cerradas.

Schlecker empleaba a 14.300 personas en el mercado germano. En España, con una estructura menor, pero no por ello menos importante, habrá que esperar al resultado, Por el momento se buscan compradores.