El salario mínimo cae y crecen los gastos básicos en los hogares

El salario mínimo cae y los gastos básicos en hogares aumentan
El salario mínimo cae y los gastos básicos en hogares aumentan

Los hogares han aumentado sus gastos básicos. Así, durante este periodo el presupuesto destinado a la vivienda, incluyendo la hipoteca o el alquiler, el mantenimiento y suministros como la energía, agua o telecomunicaciones fue un 6% mayor, según el informe realizado por la app de finanzas Fintonic sobre la economía de los hogares en España durante las primeras cuatro semanas de confinamiento con motivo de la crisis del Covid-19.

Esta investigación revela también que el mes de abril el salario medio de los españoles fue de 1.414 euros, un 10% menos que el mes anterior y detecta un descenso de un 2,5% en el número de usuarios que han recibido este mes algún tipo de ingreso.

No obstante pese al aumento del gasto de los hogares, sí se ha producido una caída en la compra de productos que son habituales en otros momentos, como la ropa, donde se reduce un 60% el número de ciudadanos que ha hecho alguna adquisición de este tipo, y un 23% el gasto medio. Y, mínimamente aliviada por el servicio a domicilio, también se registra una bajada la actividad de restauración, con descensos de más de un 40% en el número de clientes y de un 70% en el ticket medio.

Algo similar ocurre con el ocio y la cultura. A pesar de que la compra de libros o el consumo de contenidos digitales se mantiene e incluso crece, otras categorías, como los espectáculos caen hasta un 98%, tanto en términos de usuarios como de ventas. Por su parte, decrece un 70% las visitas a las gasolineras, aunque se mantiene, eso sí, el importe medio de los repostajes.

“Estos datos son fruto de una situación coyuntural, no estructural, y no sirven en sí mismos para tomar decisiones a medio plazo”, asegura Lupina Iturriaga, fundadora y Co-CEO de Fintonic. Por ello, esta experta en finanzas personales aconseja que, en un primer momento, los ciudadanos “lleven a cabo acciones encaminadas al ahorro directo, como renegociar el precio que pagamos por los servicios energéticos, telecomunicaciones o seguros; eliminar gastos superfluos o las compras compulsivas y marcarnos un presupuesto realista”.