Revolución en los formatos. Flexibilidad y rendimiento
Tiempo para tener tiempo. Es la principal demanda del consumidor actual. Y junto al tiempo, variables como comodidad, ambiente y servicio, por encima del precio, inclinan sus pasos hacia una u otra enseña. Los retailers deben trabajar sus espacios desde el punto de vista de la experiencia de marca y de la maximización del rendimiento económico.
Denominaciones como Express, en Carrefour y Leclerc; Simply, en Sabeco; Rapid para Bon Preu o Center y City y la más reciente Merca, en Eroski representan gráficamente la idea de compra urbana y de conveniencia que demandan los consumidores para su compra habitual. Tras las denominaciones se esconde una nueva fisolofía de venta que tiene en la satisfacción y posible fidelización las bases de la estrategia de gestión.
ECommerce. Asignatura pendiente
Diez millones de españoles utilizan Internet a diario. Dos de cada cuatro adquirió en 2007 algún producto o servicio a través de la red. Más de la mitad lo hizo en tiendas virtuales del extranjero. Con una facturación en aumento un 30 % en 2007, hasta alcanzar los casi 3.000 millones de euros, el comercio electrónico dirigido al consumidor constituye una realidad que no hay que dejar escapar.
“Un enorme centro comercial en el que muchos pasean pero nadie entra en las tiendas”. Esta definición del comercio electrónico, acuñada por los empresarios reticentes que analizan el canal virtual desde una óptica táctica y tradicional, ha quedado obsoleta. Frente a ellos, buen número de comerciantes de todos los tamaños, apuestan ya por esta revolución comercial y tienen ya en marcha proyectos importantes. Tachados de visionarios, son los que liderarán el futuro.
La resistencia a los cambios, intrínseca en las personas, figura como el mayor obstáculo a salvar ante la revolución comercial y empresarial que estamos viviendo. Desconocimiento, escasa capacidad inversora, desconfianza en la seguridad o en los resultados, falta de formación o información, miedo a los cambios. Estos y no otros son los motivos por los que los empresarios comerciales, algunos, muchos, no confían o no se lanzan a entrar en los negocios virtuales. Falta percepción de las posibilidades que ofrece la red Internet para la venta de productos y servicios.
(Más Información D.A. 392/Junio 2008. Nº Especial Innovación)