Cómo prevenir los riesgos asociados al auge del pago con tarjeta
Cada vez más son las compras que se realizan con una tarjeta de crédito o débito. En 2018, el total de operaciones efectuadas en el punto de venta con este método de pago alcanzó los 147.431 millones de euros. Un récord que se bate cada año desde 2013.
Así lo indica la consultora AIS Group, después de haber analizado la evolución de la red de tarjetas, tomando como punto de partida 2014. Desde ese año, el número de plástico disponible se ha incrementado un 24%. También el de operaciones. Si hace cinco años se realizó un total de 2.500 millones de transacciones, en 2018 dicha cifra alcanzó los 3.900 millones (+59%).
La tendencia alcista de las operaciones realizadas con tarjeta y el repunte del crédito al consumo preocupa, sin embargo, al Banco de España. La institución teme que este crecimiento pueda conducir a un aumento de la tasa de morosidad y, por ende, deteriorar la cartera de las entidades financieras.
En el caso del empleo masivo de las tarjetas de crédito, desde la consultora recuerdan que la utilización de herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) puede ayudar a controlar los posibles riesgos en tres frentes. Estos son, el control de las tarjetas ya emitidas, la concesión de nuevos plásticos y la detección del fraude.
En el primero se recomienda poner en marcha sistemas de alerta basadas en aprendizaje de máquina (‘machine learning’) que identifiquen comportamientos que denoten una probabilidad alta de caer en impago. En el segundo, reforzar el ‘scorting’ realizado por las entidades bancarias con tecnologías de ‘open banking’. Y analizar en tiempo real las operaciones para identificar comportamientos sospechosos de fraude con programas de inteligencia artificial, en el tercero.