Pérdida Desconocida: MEJOR PREVENIR

Los expertos aseguran que la mejor forma de combatir este problema es invertir en protección y seguridad. Los costes internacionales de la delincuencia sufrida por los minoristas ascienden a 79.378 millones de euros El impacto sobre los márgenes del sector es tal que salpica a la economía mundial, según se desprende de la primera edición mundial del Barómetro del Hurto en la Distribución, realizado por el organismo británico Centre for Retail Research, con el patrocinio de Checkpoint Systems Inc. El informe aporta los índices de la pérdida desconocida en 32 países de todo el mundo y constata que hay estados en los que los distribuidores han conseguido reducir su merma y otros donde el nivel de pérdida ha crecido.

La inversión en soluciones para la gestión de este conflicto, como los sistemas de seguridad y la protección en origen, se han revelado como factores clave en la lucha contra el fraude, independientemente de la ubicación geográfica de las empresas. Los datos del estudio indican que hasta un 46% de los detallistas de todo el mundo espera aumentar en dos años el volumen de mercancía expuesta libremente, gracias a la aplicación de este tipo de medidas.

¿Qué se roba más?
El Barómetro deja claro que los productos de diseño o de marca, con un precio elevado y posibilidad de reventa son los más atractivos para el hurto. En este paquete tienen cabida sectores diversos, que van desde el ocio al cuidado personal, configurando una lista de 10 categorías consideradas como las más permeables al hurto.

En los 32 países analizados los artículos más sustraídos son cosméticos y productos para la piel, bebidas alcohólicas, moda femenina, perfumes y moda de diseño. También hay otras líneas, que presentan un elevado índice de hurto como maquinillas de afeitar, CDs y DVDs, videojuegos, videoconsolas, pequeños artículos de electrónica y accesorios de moda (incluidos pantalones, camisas y zapatos).

¿Dónde se produce el hurto?
El Barómetro establece 16 segmentaciones de mercado, según el tipo de negocio, observando que en ferreterías, tiendas para el automóvil, tiendas de bricolage o de materiales de construcción, la merma es mayor (1,77%), Farmacias, perfumerías, establecimientos de cosmética, salud o belleza (1,70%) y comercios de ropa, moda y complementos (1,66%) le siguen a la zaga. Por el contrario, se producen menos delitos en bodegas, enotecas y licorerías (0,73%), a pesar de que las bebidas alcohólicas figuran como la cuarta categoría más afectada por el hurto.

Sistemas de protección
A lo largo del último año, los minoristas han interceptado casi 6 millones de casos de hurto o fraude, la mayoría (87,5%) causados por los clientes. A pesar de ello, los comercios protegen únicamente el 61% de las categorías calificadas como más vulnerables (bebidas alcohólicas, perfumes y maquinillas de afeitar, entre otras) y dejan sin protección el 39%. Hoy por hoy, los productos con mayor índice de protección son los videojuegos (82,9%). En el extremo opuesto se sitúan los zapatos, el 71,4% de los cuales no dispone de ningún tipo de protección.

Por lo que respecta a sistemas de seguridad, el total de respuestas obtenidas indica que la protección electrónica o EAS es la práctica más empleada para preservar los artículos (35,4% de las referencias, de las que un 8,3% corresponde al etiquetado en origen), seguida de los safers y cajas cerradas (11,3%), cajas vacías y sistemas de vales (6,2%), vitrinas y estantes cerrados (5,0%) y cadenas, cables y lazos de alarmas (3,2%).

Por otra parte, la EAS son más frecuentes en artículos como pantalones (50,4%), bebidas alcohólicas (46,1%) y videojuegos (40,7%), mientras que las cadenas, cables y lazos de alarma se usan más en artículos de electrónica (15,9%) y las cajas vacías en maquinillas de afeitar (15,5%), al igual que las vitrinas y estantes cerrados.

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EAS, tecnología al alza
A la luz de lo expuesto, no cabe duda de que la mejor arma del retail contra el fraude es el etiquetado electrónico o EAS. Según el Barómetro, más del 65% de los comercios esperar usar este método en los dos próximos años. En la actualidad, este procedimiento es utilizado por el 39,8% de los minoristas mundiales, registrando las tasas más altas en Norteamérica (45,2%), seguida de Europa (39,7%) y Asia-Pacífico (27,4%). El número medio de referencias etiquetadas es de 268, lo que equivale a un 16,4% de las ventas. En Norteamérica, con índices de implantación mayores, supone el 21,3% de la facturación .

Para finales de esta década el 69,3% de la distribución europea, el 68,7% de la norteamericana y el 47,3% de la de Asia-Pacífico prevé emplear el etiquetado en origen.

El espejo de Europa
Europa es un espejo que refleja la situación mundial. La protección de los productos más permeables al hurto es similar a la del resto del planeta. Los videojuegos aparecen también en primer lugar con un alto índice de seguridad (93,1%). En el extremo opuesto se sitúan las camisas, de las cuales más del 60% se encuentra sin medidas de seguridad. En general, los comercios minoristas europeos presentan más protección que hace un año, con el 61,5% de las líneas vulnerables protegidas, frente al 59,4% del periodo anterior. Aún así, más del 38% de los productos sensibles al hurto no dispone de sistemas que los salvaguarden.

Los métodos de seguridad más empleados en Europa son, asimismo la EAS, con un promedio del 34,8% y un aumento del 34,1% respecto al año pasado. Le siguen los safers y cajas cerradas (12,5%); cajas vacías y sistemas de vales (6,4%), vitrinas y estantes cerrados (4,6%) en descenso y cadenas, cables y lazos de alarma (3,3%).

Por otra parte, un 39,7% de los minoristas afirma estar utilizando el etiquetado en origen y un 29,6% prevé introducirlo en el plazo de dos años, por lo que, a finales de la década, el uso de esta práctica alcanzará al 69,3% de los retailers. El número de referencias protegidas en origen se estima en 219, lo que equivale al 15,9% de las ventas minoristas europeas.

El coste de la delincuencia
El impacto económico de la pérdida desconocida en Europa asciende a 32.417 millones de euros, teniendo en cuenta que en el cálculo se han eliminado los errores y se ha concentrado en la pérdida relacionada directamente con la delincuencia, incluyendo los gastos de seguridad. Del total obtenido, 14.188 millones de euros corresponden a hurto externo; 8.389 a hurto interno; 2.019 a fraude de proveedores y 7.821 a inversión en seguridad y prevención. La consecuencia para los hogares europeos es un coste añadido de 168,51 euros al año.

A pesar de ello, la distribución europea redujo un 0,3% el gasto en seguridad y prevención de pérdidas, en el último año, hasta los 7.821 millones de euros. Por el contrario, la inversión en tecnología y equipos aumentó hasta representar el 32,6% del total, un dato que evidencia el creciente interés por las soluciones inteligentes de prevención.