Prada adquiere el 100% de Versace por 1.250 millones de euros

La operación refuerza la estrategia de crecimiento a largo plazo de Prada, que busca ampliar su base de clientes y consolidar su posición en el mercado global del lujo.

Prada ha cerrado un acuerdo por valor de 1.380 millones de dólares (1.250 millones de euros) para adquirir Versace, su rival italiano, en una operación que une a dos de las casas más emblemáticas de la moda italiana y que refuerza la proyección de ingresos de la firma liderada por la familia Bertelli-Prada.

El movimiento llega en un momento clave para el grupo milanés, que ha logrado desafiar la reciente desaceleración de la demanda de productos de lujo, mientras que Versace, con sus característicos estampados barrocos, ha registrado pérdidas en los últimos trimestres. La integración se presenta como una oportunidad para atraer a nuevos públicos a la estética minimalista de Prada.

No hay superposición en términos de creatividad ni de clientes”, aseguró Lorenzo Bertelli, director de marketing y miembro de la familia fundadora de Prada, al anunciar la operación.

Italia responde al lujo francés

Con esta compra, Italia gana terreno en una industria de lujo dominada por los grandes conglomerados franceses, liderados por LVMH, propietario de Louis Vuitton. “Ofreceremos a Versace una plataforma sólida, reforzada por años de inversiones constantes y basada en relaciones duraderas”, afirmó Patrizio Bertelli, presidente de Prada y marido de la diseñadora Miuccia Prada. La pareja es, además, una de las principales accionistas del grupo.

Según fuentes cercanas al acuerdo, Prada y Capri Holdings —la matriz estadounidense de Versace— lograron cerrar la operación a pesar de la incertidumbre por los aranceles en EE UU  y la volatilidad de los mercados. Capri necesitaba desinvertir para centrarse en la recuperación de su marca Michael Kors, mientras que Prada apostó por Versace como una vía para reactivar su crecimiento, justo cuando su cartera actual de marcas empieza a estabilizarse.

Ambas firmas cuentan con cadenas de suministro globales y una amplia base de clientes, lo que les permitió asumir “un buen número de riesgos geopolíticos” para cerrar la transacción, según las mismas fuentes.

Un proyecto a largo plazo

La directora ejecutiva de Prada, Andrea Guerra, explicó que esta adquisición no responde a una lógica de ahorro de costes, sino que es un plan a largo plazo con el objetivo de ampliar ingresos. La operación se anunció pocos días después de que Donatella Versace confirmara su salida como directora creativa de la marca fundada por su hermano Gianni en 1978.

Gianni y yo siempre hemos sentido una gran admiración por Miuccia, Patrizio y su familia”, declaró Donatella. “Estoy lista para apoyar esta nueva era de la marca en todo lo que pueda”.

Detalles de la operación

Según los términos del acuerdo, el Grupo Prada adquirirá el 100% de Versace por un valor de empresa total de 1.250 millones de euros (aproximadamente 1.375 millones de dólares), en una operación libre de deuda y caja.

La financiación de la compra se realizará mediante 1.500 millones de euros de nueva deuda, compuesta por un préstamo a plazo de 1.000 millones de euros y una línea puente de 500 millones. A pesar de ello, el Grupo Prada mantiene una sólida flexibilidad financiera gracias a su posición de caja y a líneas de crédito comprometidas aún no dispuestas.

La operación ya ha sido aprobada por los consejos de administración tanto de Prada S.p.A. como de Capri Holdings, y se espera que se cierre a lo largo del segundo semestre de 2025, una vez obtenidas las autorizaciones regulatorias pertinentes.

Una compra con descuento

Las acciones de Capri Holdings cayeron un 9% en la bolsa de Nueva York tras anunciarse el acuerdo, y acumulan una caída de casi el 30% en lo que va de 2025. Varios analistas apuntaron que la valoración final de la operación fue más baja de lo previsto. El precio acordado, que incluye deuda, representa una fuerte rebaja respecto a los 2.150 millones de dólares que Capri —entonces aún bajo la marca Michael Kors— pagó por Versace en 2018.

Prada empezó a explorar esta adquisición el año pasado, cuando la venta de Capri al grupo estadounidense Tapestry (propietario de Coach y Kate Spade) quedó en suspenso por el escrutinio de los reguladores antimonopolio.