Post COVID-19. Consumidores más sensibles al precio
El papel del sector Agroalimentario en España ha sido clave desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma como consecuencia a la crisis sanitaria del COVID-19. En este contexto excepcional, el consumidor ha cambiado el hábito de consumo, priorizando el precio en las compras de productos de alimentación y bebidas en los establecimientos.
De hecho, según los datos de una encuesta de Adecco Alimentación a 800 personas, el 53% de los consumidores confirma haber optado por artículos más económicos durante el confinamiento. En ese escenario, un 35% de la muestra asegura haber apostado por productos del distribuidor y un 29% señala que ha ahorrado gracias a ofertas y descuentos. Además, un 11% añade que ha sustituido artículos más caros, como la carne de vacuno o el pescado por otros más económicos, como el pollo o la alimentación seca.
Según el estudio de Adecco, el precio se ha convertido en el principal factor de decisión a la hora de elegir el punto de venta y las compras son menos impulsivas y más reflexivas. El nuevo consumidor compara precios y busca las opciones más económicas como las marcas blancas o descuentos. Si antes de la pandemia, un 10% afirmaba comprar en pequeños comercios, frente a un 39% que lo hacía en grandes superficies, ahora, tras la cuarentena, este porcentaje se ha alzado hasta el 21%.
Ahora, la pregunta es saber si esta nueva tendencia de compra perdurará en el tiempo. “aún no se puede saber a ciencia cierta si estos comportamientos perdurarán en el tiempo, hay bastante incertidumbre a medio y largo plazo”, explica Mila Montañana, directora de Adecco Alimentación. “Lo que sí es cierto es que se prevé, al menos inicialmente, un consumo racional y enfocado al ahorro por parte de los consumidores, así como una apuesta por el producto de proximidad, es decir, una especie de regreso a lo local, al producto más cercano”, añade Montañana.
Perfiles más demandados
A nivel profesional, Adecco añade los perfiles más demandados en la industria de la alimentación, y que será un puesto que seguirá en alza los próximos años.
-Técnico de mantenimiento. Se encarga de la carga y descarga, del manejo de carretillas, mantenimiento correctivo y la maquinaria. Un puesto que tiene una retribución media de entre 24.000 y 28.000 euros brutos anuales.
-Técnico de calidad en industria alimentaria. Se encarga del desarrollo de las posibles aplicaciones de los ingredientes en los diferentes sectores o productos requeridos por los clientes, la consultoría y asistencia a clientes para la incorporación de nuevos ingredientes,e el aseguramiento de la calidad y la seguridad alimentaria, entre otras funciones. La retribución media es entre 30.000 y 36.000 euros brutos anuales.
En ese sentido, las empresas buscan cada vez más perfiles cualificados, lo que ha provocado en muchos casos dificultades para cubrir vacantes. Los grados más demandados en la oferta dirigida a profesionales de este sector son los de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición Humana y Dietética, además de especialidades de Endocrinología o grados de Medicina.