Nicolás López. Profesional, amigo, hombre de bien

En un suspiro y de forma discreta, casi sin esperarse a pesar de la enfermedad con la que combatía desde hace seis años y a la que había llegado a dominar. Esta semana fallecía en Madrid Nicolás López, profesional de larga y valorada trayectoria en el sector lácteo, artífice de la gran expansión de la compañía asturiana Mantequerías Arias, filial de la francesa Bongrain, y cofundador de la también asturiana Corporación Alimentaria Peñasanta.

«Hoy la empresa es lo que es gracias a él” decía tras el fallecimiento Javier Roza, quién sustituyera a López, ya con los primeros síntomas de la enfermedad, en la Dirección General de Arias en 2008. Atrás quedaban 16 años en los que materializó la gran expansión de sus marcas Arias y Burgo de Arias a las que sumaría la adquisición de las empresas de quesos Boffard (1998), Unión Quesera Manchega (1999) y Angulo (2003). También fue consejero de Forlactaria, participada por Bongrain y Forlasa al 50%, presidente de la patronal láctea Fenil

Además de un profesional de reconocida trayectoria en el sector de alimentación, Nicolás López fue un hombre de bien. “Liberal, de Asturias, su patria querida” a la que no faltaba en cuantas ocasiones surgían, la última, para la entrega de los Premios Príncipe de Asturias el pasado mes de octubre. De carácter afable y enorme simpatía, siempre estaba dispuesto a colaborar en bien de cuantos formamos parte de esta gran familia que es el Gran Consumo.

En DA Retail-DISTRIBUCIÓN ACTUALIDAD fue mucho más que un colaborador entrañable. Todos le recordaremos cada año en la cena de Entrega de nuestros Premios TOP. Nunca faltaría, bien acompañado de su larga exposición de productos y de su contagiosa simpatía que mostraba públicamente desde la tribuna de oradores o en las conversaciones y desenfadas tertulias en torno a lo que más le gustaba. Su Asturias natal y la enorme ilusión por su trabajo. “Dejaré de trabajar el día en que deje de divertirme” nos contaría en la que sería ya su última entrevista, con la enfermedad haciendo mella, en abril de 2008, fecha en la sumaba responsabilidad como presidente de la patronal Fenil.

Gran profesional, amigo, hombre de bien, notaremos su ausencia. El recuerdo de su generosidad y bonhomía es para nosotros su mejor legado. Sentido pesar a familiares y amigos. Hasta siempre Nicolás.