Nestlé redujo el uso del agua, cinco millones de m3 en la última década
Entre 2010 y 2020, la compañía ha invertido más de siete millones en gestiones responsables en el uso del agua en sus fábricas españolas.
Nestlé ha invertido más de siete millones de euros entre 2010 y 2020 en gestiones responsables en el uso del agua en sus fábricas españolas, de los cuales 1,4 millones fueron destinados a mejorar sus centros de producción. Gracias a estas acciones, la compañía ha reducido el uso del agua en cerca de cinco millones de metros cúbicos en la última década.
Del total de centros, las plantas de Cantabria (La Penilla de Cayón) y Pontevedra (Pontecesures) registraron destacados descensos en el uso de agua por tonelada de producto fabricado entre 2010 y 2020, con una reducción cercana al 83%, en cada una de ellas. En concreto, en 2020, el uso del agua la nave de Cantabria era de casi 70 m3 por tonelada de producto, en 2020, esta cantidad ha bajado a unos 11 m3. En el caso gallego, se ha pasado de los 16 m3 a los 3 m3 en el último ejercicio.
Sistemas de refrigeración
¿Cómo han reducido el uso de agua? Estos avances sostenibles se deben a la implementación de circuitos cerrados con torres de refrigeración, que sustituyen a los circuitos de refrigeración de un solo paso en algunos de los centros productivos, permitiendo los descensos, han explicado desde Nestlé. Así,el agua permanece en un circuito cerrado que, mediante aerorefrigeradores, permite su reutilización constante sin necesidad de utilizar el agua del río y contribuyendo a mantener el caudal ecológico del mismo. Este sistema está instalado en la nave de La Penilla de Cayón desde 2011, desde la cual se produce chocolates y productos de confitería, cacao soluble, harinas y cereales infantiles, leche en polvo y masas y obleas refrigeradas.
A esta innovación, se deben sumar otras mejoras a la planta de Cantabria, como la instalación de un sistema que permita filtrar el agua a través de membranas y hacerla apta para usos industriales, que está en funcionamiento dede 2015. Esta factoría se caracteriza por ser pionera en el cuidado del medio ambiente ya que inauguró su primera depuradora de aguas residuales en 1966, veinte años antes de que la ley obligara a ello.
En el caso de la planta de Pontevedra, que se dedica a la producción de leche condensada, se instaló a finales de 2016 este sistema de circuito cerrado con torre de refrigeración, mientras que el centro de Nestlé en Sebares (Asturias), dedicada a la elaboración de leches líquidas y tarritos infantiles, también cuenta ella desde 2014.
A estas medidas, también hay que sumar el desarrollo de acciones preventivas de mantenimiento, así como la realización de programas de sensibilización y formación que se han llevado a cabo entre los empleados.
Certificación AWS
La fábrica de salsas de tomate Solís, ubicada en Miajadas (Cáceres) y la planta embotelladora de Nestlé en Viladrau (Girona) han sido reconocidas el pasado año con el estándar de la Alliance for Water Stewardship (AWS). Esta certificación mundial promueve el uso responsable del agua que beneficia a las comunidades locales de forma social y económica, al tiempo que garantiza la sostenibilidad ambiental de las cuencas hidrográficas.