Musgrave Group, propietario irlandés de Dialprix, con ingresos sólidos
Resultados “sólidos” a pesar de obstáculos, dice el presidente del Grupo.
Musgrave Group, que opera 12 marcas en Irlanda y en España, incluidas Frank and Honest, Donnybrook Fair, Daybreak y Mace, emplea a 41.000 personas.
Con sede en Cork, el Grupo vio crecer sus ingresos de manera constante el año pasado, con ganancias después de impuestos que alcanzaron casi 100 millones de euros. En su informe anual para 2022 publicado recientemente, el propietario de SuperValu y Centra dijo que sus resultados para el año fueron «sólidos» pero que los márgenes estaban bajo «una presión significativa».
En concreto, los ingresos de Musgrave Group aumentaron de 4.500 millones de euros en 2021 a 4.700 millones de euros, lo que generó un beneficio bruto de 875,1 millones de euros.
Del total de 4.700 millones de euros de facturación, 3.900 millones de euros se generaron en la República de Irlanda y 600 millones de euros en Irlanda del Norte. Los 200 millones de euros restantes se generaron en los puntos de venta españoles.
Musgrave España, fundada en 1912, es una de las empresas líderes de la zona del levante español en la distribución de alimentación, bebidas y gran consumo. Con marcas de supermercados como Dialprix, Dicost, y de los Cash & Carry Dialsur.
La empresa experimentó un aumento en los costes operativos, un 4,4% hasta 617 millones de euros, y en los costes administrativos, un 4,7% hasta 149 millones de euros. Los gastos de personal ascendieron a 418 millones de euros durante 2022, frente a 395,2 millones de euros. Todo ello, supuso para Grupo Musgrave un beneficio operativo de 116 millones de euros, que se redujo a 99 millones de euros después de deducir impuestos.
Nicky Hartery, presidente del Grupo Musgrave, informaba que que los resultados para 2022 fueron “sólidos” a pesar de obstáculos como la inflación y el impacto que tuvo la guerra en Ucrania en las cadenas de suministro globales. “Los márgenes han estado bajo una presión significativa debido a la alta inflación, el aumento del costo de los bienes y los costos operativos, y los precios impredecibles de la energía. Además, las interrupciones de la cadena de suministro global causadas por la guerra en Ucrania y el creciente impacto del cambio climático han presentado desafíos logísticos persistentes”, dice Hartery.