Musgo deja de existir

Un pasivo de 15 millones de euros, pérdidas de más de 3 millones en 2010 e intentos fallidos de encontrar un socio inversor han provocado la disolución de Musgo. El juzgado de lo Mercantil número 11 ha declarado disuelta la firma española de regalos, decoración y complementos y ha cesado a sus administradores, que serán sustituidos por la administración concursal.

Según un auto emitido el pasado 12 de diciembre y publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el juez ha acordado abrir la fase de liquidación del concurso a petición del deudor y la suspensión de las facultades de administración y disposición del concursado sobre su patrimonio. La propia empresa había requerido, a principios de año, la declaración de concurso voluntario de acreedores, después de intentar sin éxito renegociar su deuda con las siete entidades acreedoras.

La compañía, controlada en un 87,5% por la gestora de capital riesgo AC Desarrollo, (Grupo Ahorro Corporación), se acogió el pasado año al artículo 5.3 de la Ley Concursal que otorga a las empresas un plazo de tres a cuatro meses para negociar un plan de pagos y establecer un convenio anticipado de acreedores antes de declararse en situación de insolvencia. Un plan que no pudo materializarse

Con una plantilla de 270 trabajadores y una red de 30 tiendas, dos de ellas en Portugal, la cadena concluyó 2010 en números rojos y las previsiones para el actual ejercicio apuntaban en la misma dirección.

Los orígenes de Musgo se remontan a 1971 cuando su creadora, Rosa Riu, abrió una tienda en Madrid en pleno barrio de Salamanca (Hermosilla, 34) en la que vendía regalos originales que encontraba en sus viajes a ferias de Italia, Inglaterra y Francia.