Mercadona da abastecimiento a los españoles en medio del apagón nacional

La cadena de supermercados presidida por Juan Roig se mantuvo abierta durante la situación de inestabilidad nacional causada por la ausencia de luz.

El tiempo se paralizó para todos ante el apagón de luz de nivel nacional, salvo para los hospitales que resistieron con grupos electrógenos, los autobuses que pudieron hacer sus rutas dentro de la anormalidad, y por supuesto, comercios como Mercadona, supermercado que volvió a ser trending topic por ser de los pocos que logró mantener su servicio gracias a los generadores de los que disponía.

De este modo, al igual que en la pandemia, miles de ciudadanos españoles colapsaron las tiendas abiertas, pero esta vez en busca de agua embotellada y comida para subsistir ante un momento de incertidumbre en el que  el Gobierno presidido por Pedro Sánchez no sabía exactamente lo ocurrido, ni siquiera cuándo o a qué hora  la luz volvería a hacer acto de presencia en las casas.

Al parecer, en medio de tanto caos, Mercadona, Alcampo, Carrefour y El Corte Inglés sí lograron mantener su servicio operativo tras el apagón que dejó sin luz ni Internet a toda la península española. En este escenario apocalíptico, la cadena de supermercados presidida por Juan Roig volvió a ser la protagonista dentro del sector del Gran Consumo al dar abastecimiento a los centenares de personas que acudieron a los establecimientos, y también, al facilitarles los pagos con tarjeta gracias a su grupo electrógeno.

Por lo contrario, supermercados como Dia o Lidl tuvieron que cerrar  todas sus tiendas hasta que no se restableciera la red y sólo algunos establecimientos del Ahorramas pudieron mantener abiertas sus puertas gracias a los generadores eléctricos. Dentro de esta lucha por comprar lo que se pudiera y poder llenar una nevera apagada a causa del fallo eléctrico, las colas del Mercadona como el situado en Hortaleza eran largas y los ciudadanos españoles también colapsaron los bazares y tiendas de Decathlon en busca de linternas, pilas y velas.

Un viaje a los 80. La importancia de la radio y el dinero en efectivo

Sólo unas horas han sido suficientes para que la ciudadanía española se percatara de cómo la hiperconectividad del día a día eclipsa, en ocasiones, lo que tiene delante de sus ojos. El apagón nacional que dejó fuera de este combate a las Islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, demostró que ni la tecnología, ni la IA eran tan importantes cómo se creía. España ha tenido que quedarse sin luz durante casi un día entero para hacer balance de si el mundo hiperconectado en el que el ser humano pueda dependa al 100% de la tecnología hasta para poder pagarse un billete de autobús es verdaderamente el camino a seguir.

El dinero en efectivo fue clave, aunque no más que los transistores de radio, las pilas, las linternas y las velas, dentro de una situación en el que las entidades bancarias registraron ciertas incidencias y los cajeros automáticos no contaban con sistemas de generación eléctrica de respaldo.

Antes esta situación sacada de una película de ciencia ficción, que por momentos parecía hasta terrorífica, se deja en claro la importancia de llevar consigo dinero en efectivo, y en especial, cómo la luz se apagó para encender la radio, principal fuente de información, al igual que en aquellos años 80 en el que no existían los teléfonos móviles y las ondas radiofónicas informaban sobre los últimos hechos acontecidos o retrasmitían las ficciones, así como los partidos de fútbol de la época. En ese periplo, muchos españoles rescataron sus transistores de radio antiguos o se metieron en los coches para saber qué protocolos seguir y cuando iba a volver la ansiada normalidad.

Ya con casi el 100% de la red eléctrica recuperada y ante este contraste de más sombras que luces (debido al apagón eléctrico y digital del que aún se desconocen las verdaderas causas), aún es pronto para barajar qué nuevo rumbo tendrá las ventas de los coches eléctricos, pero sí es el momento para replantearse si los ciudadanos pueden ser más independientes de la tecnología y atender a las cosas importantes, tal y cómo sucedió ese 28 de abril de 2025 que, al igual que la pandemia causada por el Covid-19, formará parte de la historia de España, pero que lejos de muertes que lamentar, ha puesto en valor las conversaciones cara a cara, los paseos por el parque y la solidaridad entre vecinos.