MAYOR LIBERTAD, MAYOR CRECIMIENTO
Resolver de forma rápida la problemática del sector financiero y recuperar la confianza de los ciudadanos, son las necesidades inmediatas en la actual situación. “Lo urgente”, dice Javier Millán Astray “que no debe hacer olvidar lo importante” que resume en conseguir un modelo comercial regido por la competencia.
No esquiva ninguna pregunta. Ni siquiera si se habla de crisis. Afronta el momento “extremadamente complicado”, con la confianza en la buena gestión de las empresas del sector de la distribución sea cual sea su dimensión.Su larga trayectoria anterior en CEOE, con responsabilidades muy cercanas al Comercio, la empresa familiar o la formación y la actual dirección general de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, ANGED, le aportan amplios avales y mejores argumentaciones.
DISTRIBUCIÓN ACTUALIDAD. Podemos empezar con el Balance de 2008.
JAVIER MILLÁN ASTRAY. Es prematuro hacer todavía un balance del año porque estamos pendientes del resultado de la campaña de Navidad que, para gran parte del sector, tiene una gran trascendencia económica. No obstante, nuestras empresas han dado muestras permanentemente de saber ajustarse a las demandas concretas de los consumidores y de acompasar su oferta de productos, precio y servicio a esas necesidades. Esta cercanía al consumidor, seguramente nos permitirá cerrar el año en unos términos bastante razonables teniendo en cuenta el panorama económico general.
D.A. “Annus horribilis” lo definen algunos. ¿Es usted de los que se atreve con la palabra crisis? ¿A quién afecta más entre sus asociados?
J.M.A. Tengo la sensación de que, a veces, perdemos demasiado tiempo en el manejo de las palabras y les damos una trascendencia quizás exagerada. Lo cierto es que nos encontramos en una coyuntura económica muy difícil y en estas circunstancias, las diferencias no vienen determinadas por los sectores o las empresas sino por la forma en que se gestionen. Aquellas empresas que saben adaptar mejor su gestión a las circunstancias, aunque sea en momentos de crisis, saldrán fortalecidas. Son estos momentos complejos y con un alto nivel de incertidumbre los que ponen a prueba a los buenos gestores con independencia de su tamaño empresarial o del sector en que trabajen
D.A.¿Qué medidas propondría para ayudar a salir fortalecidos de la actual situación?
J.M.A. Lo urgente no debe hacer olvidar lo importante. Es urgente que vuelva a circular el dinero y que se recupere la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Pero, al final, el desarrollo y el bienestar de nuestra economía dependen exclusivamente de tener unas empresas competitivas. Hay que mejorar la eficiencia y la productividad de nuestras empresas introduciendo reformas en aquellos mercados que no funcionan adecuadamente, haciendo nuestro entorno legal, fiscal y laboral más competitivo, mejorando la formación de empresarios y trabajadores, promoviendo el desarrollo de las nuevas tecnologías, favoreciendo el carácter emprendedor en los jóvenes, etc. Estas medidas deben adoptarse con mayor premura si cabe en tiempos tan complicados como los presentes.
COMPETIR MÁS Y MEJOR
En momentos difíciles, hay que competir más y mejor. Encontrar el planteamiento estratégico que sirva también para el futuro. Millán – Astray no duda en afirmar la buena preparación de la gran distribución para ayudar a los consumidores, con surtido, con precio, y salir todos fortalecidos.
D.A.¿Cuál debe ser el papel de la gran distribución para recuperar la confianza del consumidor?
J.M.A. La gran distribución trabaja todos los días para trasladar a los consumidores el esfuerzo que supone ajustar precios, mejorar el surtido para ofrecer más opciones de compra y un abanico más amplio de servicios para ayudar a los consumidores a minimizar el impacto de la crisis.
D.A. En momentos difíciles, ¿existen recetas para competir mejor?
J.M.A. Son momentos en los que deben hacerse importantes replanteamientos estratégicos pensando en el posicionamiento futuro de la empresa. Aquellos que acierten saldrán muy fortalecidos.
D.A. Directiva Europea de Liberalización de Servicios. ¿Optimista o pesimista ante su cumplimiento?
J.M.A. Es obligado ser optimista, porque creo que ésta es una oportunidad única para superar los obstáculos que hacen que el sector en su conjunto sea menos competitivo de lo que debiera. Tenemos ante nosotros la ocasión de configurar un comercio acorde con las necesidades y preferencias de los consumidores y no diseñado desde los despachos de las distintas administraciones. Debemos ir hacia un modelo regido por la competencia, en el que éxito o fracaso de un comercio lo decida el consumidor cuando entra a comprar o cuando pasa de largo. Espero que las distintas autoridades autonómicas entiendan también que éste es el modelo para que el comercio sea competitivo y generador de empleo y riqueza.
D.A. Mayor libertad ¿significa mayor crecimiento?
J.M.A. En el caso de la distribución, mayor libertad en la decisión del consumidor significa mayor crecimiento. Lo que resulta difícil plantear, en el marco de la Directiva de Servicios, es la posibilidad de frenar el crecimiento de los grandes formatos, limitando así la capacidad de opción de los consumidores, para potenciar otro tipo de comercios. La Directiva de Servicios lo que reivindica, en definitiva, es la libertad de elección de los consumidores.
La eficiencia, como nos gusta recordar desde ANGED, no tiene nada que ver con el tamaño de las tiendas, tiene que ver con la excelencia en el servicio, en la atención al cliente, en precio, calidad, surtido… En esas coordenadas caben todos los formatos.
D.A. ¿Confía en ver el fin de la segunda licencia, también en Andalucía y Cataluña?
J.M.A. Confiamos en que las comunidades autónomas entiendan que, al igual que ha entendido Europa de forma rotunda, la mejora de la competitividad viene de la libre competencia entre los distintos agentes y no de la imposición de trabas al desarrollo de un sector que es clave en el desarrollo y la vertebración de la economía. Esa mejora de la eficiencia pasa, necesariamente, por considerar que el régimen de autorización previa sólo está justificado por razones “imperiosas” de interés general, concepto en el que, como muy bien ha recordado el Presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, no cabe incluir la defensa del mapa comercial preexistente o el supuesto “equilibrio” de formatos.
D.A. ¿Cuál es la asignatura pendiente de la empresa española?
J.M.A. En líneas generales, creo que el gran problema de la economía española es su déficit de productividad con respecto a nuestros principales países competidores. Y ese déficit de productividad resulta especialmente sensible en el sector servicios y, de manera muy particular, en el sector del comercio donde España está entre los 5 países con una tasa de productividad más baja. No olvidemos que este es uno de los fundamentos principales que dieron origen a la Directiva de Servicios.
D.A. Expectativas 2009. ¿Se ha tocado techo o lo peor está por llegar?
J.M.A. Afrontamos, efectivamente, un año complicado, aunque creo que según la opinión de un buen número de expertos también será el año en el que empezaremos a ver la salida y a remontar. Para ello es clave que se resuelva la crisis financiera, que los mercados de capitales empiecen a trabajar con cierta normalidad. En nuestro sector, sería deseable que 2009 fuera el año en que pudiéramos comenzar a desarrollar todo ese potencial inversor del que hablábamos y que ahora mismo las empresas tienen paralizado por las barreras administrativas.
D.A. Por último: Crossumer, Shopsumer,…. ¿Está el retail preparado ante una nueva era?
J.M.A. Sinceramente, creo que sí. En los últimos 10-15 años se ha producido un cambio muy sustancial en los hábitos de consumo y compra de los consumidores y creo que, en general, el retail –y muy especialmente las grandes empresas de distribución- han sabido entender y liderar ese cambio. Somos un sector muy acostumbrado a escuchar las nuevas demandas de los consumidores y estoy convencido de que así lo seguiremos haciendo en el futuro.
MIRADA DE FUTURO
•Apenas cumplidos los cincuenta, casado, tres hijos, Javier Millán- Astray trasmite sencillez, optimismo y coherencia. Coherencia con su equipo, el Real Madrid, del que es socio desde hace 43 años. Coherencia mayor si cabe, con sus creencias en la libertad de empresa. Desde 2002 al frente de la gestión de Anged, la patronal de las grandes y medianas empresas de distribución, (catorce asociados, 34.000 millones de euros de facturación conjunta, cerca de 250.000 trabajadores) su discurso a favor de la libre competencia no ha variado. Si no es hacia el optimismo “estamos ante una oportunidad única para superar los obstáculos” y la esperanza en que las administraciones entiendan que la libre competencia “es el mejor modelo para el comercio como generador de empleo y riqueza”.
•Su formación académica, Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, Dirección Financiera de Empresas por el Instituto de Empresa, la completa con una larga experiencia profesional en la CEOE, donde ha trabajado casi desde su fundación. Más de 22 años, muchos de ellos como secretario general del Consejo de Comercio, germen de la actual Confederación de Comercio, confieren una credibilidad especial a su argumento en un momento económico “extremadamente difícil” que no le restan seguridad al afirmar que el posicionamiento futuro dependerá de la adaptación puntual en el presente.
•La afición al deporte, tenis ó esquí, y su pasión por las motos, definen su apuesta personal por la competitividad y el esfuerzo con un toque de riesgo. Una sabia combinación que traslada en su quehacer profesional a las ideas, para conseguir una mayor eficacia en las empresas de distribución. Convencido de que a mayor libertad, mayor crecimiento, no le duelen prendas en afirmar que al sector económico en general y al de la distribución en particular, le falta productividad. Y eficiencia “que no tiene nada que ver con el tamaño de las tiendas, sino con la excelencia en el servicio”. Con estas coordenadas y sin restricciones “caben todos los formatos”.
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