M-40, salvado por el grupo venezolano Sambil

Cerrado a cal y canto desde 2010 y a punto de salir a subasta pública, el centro comercial M-40, en Leganés (Madrid), pasa a manos del grupo venezolano Sambil y anuncia su reapertura como outlet de moda. Habrá que esperar a finales de 2013 para que la transformación sea una realidad, pero la nueva propiedad asegura que rentabilizará el complejo, con una oferta singular y de calidad, diferente a toda la existente en la Comunidad de Madrid, donde, además, generará la creación de 2.000 empleos directos.

Sambil ha pagado 17 millones de euros por M-40, casi la mitad de los 35 millones de euros, que los antiguos dueños, Sonae Sierra (socio mayoritario) y Eroski, pensaban darle salida. No obstante, la operación supone una ‘salida airosa’ para el centro, arruinado por la crisis y la competencia pujante de recintos cercanos como Gran Plaza e Islazul.

Ubicado en el populoso barrio de La Fortuna, M-40 abarca un área de influencia de 190.000 habitantes, que han recibido con júbilo la noticia de su reapertura. Nada será igual, pero ‘volverá funcionar’. La actual propiedad ha previsto cambios radicales para adaptar las instalaciones a su nueva función.

El supermercado Eroski reducirá su dimensión para dar cabida a los más de 200 locales que formarán el nuevo mix comercial. Restauración y ocio se mantendrán, aunque se instalará una zona adicional para hostelería, con innovaciones como una sección de sabores de todo el mundo.

La fachada y la estética del centro también modificarán su apariencia para hacerlo más actual. De la misma manera, se buscará una denominación más acorde con su nuevo uso, entre las opciones propuestas se perfila ‘Sambil Madrid’. Aunque, ahora lo de menos es el nombre, porque lo que importa es la reactivación de un centro comercial que puede traer beneficios a la región madrileña. Sus propietarios así lo esperan y confían en que la liberalización horaria contribuya al éxito del relanzamiento.

M-40 abrió fue inaugurado en abril de 2004, con 32.542 m2 de SBA y 148 locales, siendo entonces calificado como el ‘primer gran centro de ocio al sur de Madrid’.En septiembre de 2010, una orden judicial decretó la clausura del centro comercial Avenida M-40. Actualmente, el complejo adeudaba 93 millones de euros, 40 de los cuales correspondían a los acreedores (BBVA, ING, Landesbank y Westimmobank) y el resto a los dueños del recinto, Sonae Sierra.