Los supermercados de Asedas, doblan la inversión en eficiencia energética
La apuesta por la sostenibilidad a través de la eficiencia energética, con la adaptación de los sistemas de refrigeración, la iluminación y el uso de energías verdes, es una realidad en el sector de la distribución alimentaria.
En el caso de los supermercados de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), la inversión, tanto en mejoras de adaptación de las tiendas como en nuevas aperturas bajo conceptos eco-sostenibles, ha superado los 500 millones de euros en 2017, lo que supone alrededor de un 50 % más respecto al año anterior. Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, la Asociación da las claves de los establecimientos sostenibles.
La eficiencia energética sigue siendo la prioridad de las cadenas de supermercados, con unos ratios de reducción de emisiones y huella de carbono que pueden alcanzar una media de ahorro energético del 40%. Las principales actuaciones en este sentido tienen que ver con instalaciones de sistemas de refrigeración y climatización eficientes, la instalación de muebles frigoríficos basados en las últimas normativas sobre ecodiseño y el aislamiento térmico.
Además, la iluminación led adaptable, junto con el aprovechamiento de la luz solar, la instalación de sistemas de ahorro de agua y el uso de hasta el 70 por ciento de energía verde en algunas tiendas, arrojan ratios de reducción de la huella de carbono de en torno al 25% con respecto a una tienda tradicional.
La transformación digital es otro de los aspectos que también contribuye a la sostenibilidad medioambiental de las tiendas. Los sistemas automáticos de control del stock, que permiten una comunicación en tiempo real entre el punto de venta y los almacenes y sistemas logísticos, suponen grandes ahorros en emisiones relacionadas con el transporte y la manipulación de los alimentos.
Uno de los objetivos de las nuevas tiendas de proximidad es contribuir al desarrollo sostenible del lugar donde se ubican, a través de un análisis de impacto en el entorno ambiental, pero también social y económico. Para ello se tienen en cuenta cuestiones muy dispares como la forma de acceso de los clientes, el fomento las bolsas reutilizables o la adaptación de formatos para evitar el desperdicio alimentario. En definitiva, se busca la creación de supermercados que den respuesta a las necesidades de la sociedad y lo hagan en equilibrio con el empleo de recursos naturales en todo el proceso de la compra.
En opinión de Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, «el gran esfuerzo inversor en la adopción de modelos de tiendas eficientes energéticamente se basa en con el convencimiento de que la sostenibilidad medioambiental es esencial para el mantenimiento del modelo de distribución que tenemos en España. En un escenario marcado por la escasez y carestía de los recursos energéticos, el ahorro y la eficiencia se imponen para mantener nuestro modelo económico y poder seguir sirviendo al consumidor la alimentación de calidad, variada y a precios competitivos que busca»