Los Reyes Magos en la era digital

Son datos de la Encuesta Duracell de Juguetes 2007, realizada a 900 niños, de entre 5 y 100 años e igual número de padres, en nueve países de la Unión Europea. El estudio demuestra que el gusto por la tecnología se inicia cada vez a una edad más temprana, inducido por la creciente presencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la vida diaria.

Los hogares españoles se sitúan por encima de la media europea en el consumo de aparatos de informática y electrónica (televisión, ordenador, DVD, MP3…), lo que, sin duda, influye en el ánimo de los pequeños, que quieren imitar lo que ven.

Si el ambiente contribuye, el impacto de la publicidad en televisión es determinante con una tasa del 86%, que también aventaja al resto de Europa (64%). Su impacto supera al de las revistas y catálogos (43%), escaparates (21%) o recomendaciones de los amigos .Internet también es un referente en aumento, a la hora de elegir juguetes, aunque España sigue a la cola de Europa (4% nacional Vs 10% europeo).

Modelo futuro
A la hora de compartir actividades con los padres, los videojuegos ocupan la cuarta posición, con una media (7%) más elevada que la europea (5%), por delante de diversiones como juegos de construcción, manualidades o carreras de coches.

La tecnología también impera en el tiempo libre. Ordenadores y consolas llenan el ocio de nuestros pequeños (17%), aventajados sólo por los juguetes (32%), pero muy por encima de la televisión (11%), los deportes (4%) o la lectura (4%). Y no es para menos. En los seis primeros meses de 2007 las ventas de videojuegos crecieron un 57,2%. Por ello no es de extrañar que la opción preferida para estas Navidades sea una cámara digital infantil. Los patrones de los jóvenes y adultos se trasladan al campo de los niños. Aparatos como MP3, teléfonos móviles y cámaras estrenan versión infantil, mientras que los juguetes más clásicos, como el Scaletrix o las muñecas pierden peso

Mayor gasto
Si los niños lo tienen claro, los padres ayudan. Los españoles son los segundos europeos que más gastan en juguetes, 232 euros frente a los 146 de la media europea, lo que supone 86 euros más. Sólo los progenitores ingleses nos superan (277 €). Además, pese a las buenas intenciones de gastar menos, sólo cuatro de cada 10 padres logran ajustarse a un presupuesto, mientras que el resto invierte 13 euros más que el año anterior en sus compras. No obstante, en 2007 un 65% cree que podrá mantener el mismo gasto y un 20% prevé reducirlo. Algo que parece tarea imposible si tenemos en cuenta que adquirimos los juguetes más caros, con un importe medio de 32 euros frente a los 23 euros que desembolsa la mayoría de los europeos. Ni siquiera los ingleses nos ganan en gasto (22 euros por regalo).