Los productos europeos, más seguros que los estadounidenses y chinos
Que un producto sea fabricado en el mismo país en el que se adquiere otorga una seguridad para ser consumido. Así lo considera una mayoría de europeos (94%), que tampoco ven con malos ojos el consumo de bienes procedentes de la Unión Europea.
Los artículos elaborados en el continente resultan para el consumidor europeo más seguros que aquellos llegados de Estados Unidos. Un 75% frente al 61%. Menos usuarios se fían de los productos importados de Corea del Sur y China. Tan solo el 39% y el 26%, respectivamente.
Son datos del último estudio del Observatorio Cetelem Consumo 2019, que analiza las tendencias y sensibilidades de consumo de 13.800 usuarios, procedentes de 17 países, entre ellos, España.
El apoyo a los negocios de origen nacional, la defensa del empleo y la calidad de los productos forman parte de los motivos por los que los usuarios se decantan por el consumo local. Aunque, en mayor y menor medida, según el país.
Los portugueses y los búlgaros son los que más compran a nivel local para apoyar la economía nacional (64% y 60%), mientras que son los italianos los que más se fijan en la calidad (42%, frente al 35% de la media europea).
En el caso de España, el 52% de los usuarios afirma que adquiere productos locales porque “ayuda a apoyar el empleo”. Le sigue un 51% de españoles, que opinan que consumir este tipo de artículos sirve para animar la economía nacional. En el lado contrario, aquellos que señalan que los productos locales resultan más económicos que los importados (11%).
Precisamente, el precio se alza como principal barrera para que más usuarios opten por el consumo de artículo nacionales. Estarían dispuestos a pagar un poco más, siempre y cuando las autoridades públicas acompañen su desarrollo.
La idea de que el consumo de productos locales ayude a limitar el impacto medioambiental es una opinión que suele compartirse en aquellos países con una larga tradición en concienciación, como Suecia (61%), Alemania y Austria (55%).