Los hogares desperdician una cuarta parte de la cesta de la compra
En 2020, los españoles tiraron a la basura más de 1,3 millones de toneladas de alimentos en buen estado, un 0,8% más que el anterior.
España se sitúa en el séptimo lugar de la Unión Europea que más alimentos tira a la basura. Esta cifra muestra que no sabemos gestionar correctamente la cesta de la compra y que no hacemos una planificación para evitar un desperdicio innecesario.
Según una encuesta realizada por ekilu, aplicación especializada en bienestar, un 60% de los españoles desperdicia una cuarta parte de la comida que compra. Un 8% tira a la basura entre un 25% y el 50%, y el 4% tira más de la mitad de su cesta de la compra. Tan sólo un 28% afirma aprovechar todos los alimentos.
«Sin embargo, la tendencia está cambiando. El 73% de los encuestados afirma sentirse culpables por desperdiciar comida. Un 17% también, pero principalmente porque creen tirar el dinero», comenta Carlos Melara, CEO y fundador de ekilu.
Frutas, verduras y ‘sobras’: lo que más se tira
Los alimentos no se desperdician por igual. Según ekilu, las frutas y las verduras son las que más se desperdician (53%), seguida por las «sobras» de otras comidas (43%). Los lácteos y la carne y/o pescado son los productos que más se suelen aprovechan, ambos con un 2%.
Algunas soluciones
Un 56% afirma que planificar comidas y comprar lo necesario frena el desperdicio de alimentos. Además, un 31% asegura que revisar la nevera, congelador y despensa antes de comprar o aprovechar o congelar las sobras (13%), son también otras soluciones.
Además, cuando salimos a comer a un restaurante cada vez pedimos para llevar las sobras y así no desperdiciarlas. Las cifras confirman esta tendencia: 7 de cada 10 españoles ya lo hacen.
Tips para evitar el desperdicios
Frutas y verduras:
- Elegir productos de temporada y ‘feos’, pues sólo afectan al punto de vista estético y se les da una segunda oportunidad, además de tener un precio más bajo.
- Hacer compost con la piel de frutas y verduras. Ayuda a ahorrar, mejoran la absorción de nutrientes de las plantas y aumenta la actividad microbiana de la tierra, combatiendo así plagas y enfermedades de las plantas.
- Aprovechar tallos, hojas y cáscaras. Estas partes, normalmente desechadas, tienen propiedades beneficiosas. Es recomendable guardarlas para aprovechar sus nutrientes al máximo y pueden ser muy útiles tanto para dar sabor a las comidas como ser usadas como especias.
Evitar la acumulación de sobras:
- Planificar comidas y la lista de la compra. Además, pensar en la versatilidad de los alimentos escogidos.
- Batch cooking. Consiste en dedicar un día a la semana a cocinar a la vez platos para el resto de la semana. Se aprovechan los diferentes ingredientes para varias recetas y los diferentes fuegos de la cocina.
- Congelar los restos por raciones y recetas de aprovechamiento.
Para mejorar los hábitos y buenas prácticas:
- Método FIFO. Es decir: «First In First Out«, lo primero que entra en la nevera será lo primero que deberá salir. De esta forma se evita tirar más comida, se contribuye al medio ambiente al desperdiciar menos y se maximiza el rendimiento de la cesta de la compra.
- Regular la temperatura del frigorífico para mantener frescos y seguros los alimentos.
- Comprar a granel. Esta opción reduce la huella de carbono y favorece un consumo responsable: se calculan las cantidades necesarias para evitar comprar de más.