Los españoles utilizan menos los métodos de pago tradicionales para sus transacciones diarias

En lo referente al ecommerce, el 67% de los internautas pagan con tarjeta de débito y el 52% mediante Paypal.

El uso del efectivo en España sigue siendo elevado en comparación con la media europea. En 2023, según el ‘Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2023’ del Banco de España, el 65% de los españoles utilizó efectivo diariamente, especialmente en áreas rurales. En cambio, en la zona euro, este porcentaje bajó al 59%, tras la pandemia.

Pese a que países como Alemania y Austria también muestran un apego al efectivo, naciones nórdicas como Suecia y Finlandia apenas lo usan, con un 10-15% de transacciones en efectivo. El uso del efectivo en España varía significativamente según la edad, siendo mucho mayor entre personas mayores de 54 años. En cambio, el mismo informe destaca que solo el 36% de los jóvenes de entre 25 y 34 años prefiere el efectivo para la mayoría de sus compras.

En este grupo, las tarjetas y métodos digitales ganan terreno. Por ejemplo, el 86% de los consumidores utilizan tarjetas, y el 21% ya ha recurrido a plataformas como PayPal, un incremento respecto al año anterior​. Como en otras partes del mundo, en España los hábitos de los compradores están cambiando y las innovaciones tecnológicas aplicadas a los sectores financiero y retail están teniendo mucho que ver en ello.

La digitalización impulsa los nuevos medios de pago

Aunque para muchos estén plenamente integrados en su día a día, el uso de medios digitales de pago es relativamente reciente en nuestro país. Según datos de Minsait Payments, el 31% de los compradores los utilizan desde hace menos de tres años. En este sentido, las tarjetas de débito y las de prepago son las más empleadas.

Sin duda, uno de los principales motivos ha sido el auge del ecommerce, donde el 67% de los internautas pagan con tarjeta de débito y el 52% mediante Paypal (Statista). Sin embargo, en el canal presencial también se observa esta tendencia: las tarjetas de débito superan al efectivo por 6 puntos como medio de pago preferido (Minsait Payments).

La mejora de las infraestructuras de pagos con una mayor disponibilidad de TPVs compatibles con tarjetas contactless y pagos móviles; la proliferación de proveedores de servicios de pago como Bizum, que facilitan las transferencias de dinero, y de aplicaciones de pago como Google Pay, Apple Pay o Waylet; la digitalización de la banca y el crecimiento del sector Fintech, entre otros, han provocado un verdadero cambio cultural, especialmente entre los más jóvenes.

¿Se está adaptando el comercio a este nuevo escenario?

Como hemos visto, las alternativas al dinero en efectivo paulatinamente van ganando más popularidad entre los consumidores, pero ¿qué sucede con los comerciantes? En 2023, el dinero en efectivo (100%), seguido de las tarjetas (89%) y los dispositivos móviles (78%) fueron los más aceptados en el pequeño comercio y la hostelería.

En el otro extremo, las plataformas de pago (como PayPal), con un 8%, siguen muy lejos de esas cifras (Banco de España). Si bien es verdad que muchos comerciantes pueden mostrar una preferencia por los pagos en efectivo debido a las comisiones asociadas al pago con tarjetas y otras plataformas, en entornos urbanos, lo habitual es que la mayoría de los establecimientos acepten tarjetas.

Así, aunque algunos consumidores aún perciban que el efectivo predomina, la realidad es que el uso de pagos digitales se está convirtiendo en la norma. La seguridad y la privacidad, los principales frenos para dejar atrás el efectivo.  Los expertos coinciden en señalar la seguridad y la privacidad como las principales preocupaciones de los usuarios a la hora de utilizar medios de pago alternativos.

En concreto, el estudio de Minsait Payments refleja que el mayor reto en los próximos cinco años será lidiar con el aumento de riesgos y vulnerabilidades cibernéticas, siendo el eslabón más débil el usuario final pagador. La Unión Europea, consciente de ello, ha legislado en esta dirección.

Así, directivas como la PSD2 (Payment Services Directive 2) han mejorado la seguridad de los pagos electrónicos, generando mayor confianza en los consumidores para adoptar métodos digitales en lugar del efectivo. La autenticación en dos pasos y la biometría han jugado un papel crucial en este cambio.

En lo que se refiere a los pagos, en España estamos inmersos en un auténtico cambio cultural facilitado, como hemos visto, por los avances tecnológicos que se están produciendo a todos los niveles. Ahora bien, para que esta tendencia se consolide y lo haga de una forma segura e inclusiva, administraciones públicas y sector deben comprometerse a mejorar la educación financiera y digital de toda la población.

Autora:  Marta Salvador, CMO de Waylet