Límite en comisiones de pago con tarjetas
Buenas noticias para los comercios y consumidores que utilizan las tarjetas de crédito y débito. El Gobierno ha decidido limitar hasta el 0,3% las comisiones que los bancos cobran a las tiendas cuando los clientes utilizan estos medios de pago. La medida, aprobada en el último Consejo de Ministros, forma parte del Real Decreto Ley de medidas de impulso a la economía y entrará en vigor el próximo 1 de septiembre.
En el caso de los pagos inferiores a los 20 euros, las comisiones serán más bajas y, en concreto, el 0,2% para las de crédito y 0,1% para las débito. En el caso de los pagos a débito, se incluye una comisión máxima de 7 céntimos de euro para evitar supuestos en los que el nuevo escenario pudiera generar comisiones mayores a las actuales
Además, el Ejecutivo ha anunciado tomará medidas para que los clientes de los bancos no acaben pagando la limitación de las comisiones de los terminales punto de venta (TPV) en los comercios.
CARA Y CRUZ
ANGED, la patronal de grandes empresas de distribución, y el pequeño comercio, agrupado en CEC, se han mostrado satisfechos con esta resolución, que estiman supondrá un ahorro de 400 millones de euros en los próximos dos años. Por su parte, emisores de tarjetas, como Visa Europa, desconfían de la eficiencia de la medida.
Esta entidad ha difundido un comunicado en el que advierte que “esta legislación va a tener un efecto perjudicial sobre el avance de los pagos electrónicos, que son mucho más seguros y eficientes que otras formas de pago, como el dinero en efectivo”. Visa Europa entiende que “la reducción de las tasas de intercambio, y, en particular, del límite de 7 céntimos de euro por cada transacción de débito, no permitirá que los proveedores de servicios de pago puedan hacer inversiones estructurales necesarias en materia de innovación y seguridad”. En este sentido, destaca que “probablemente lleve a que las comisiones por tarjeta para los consumidores sean también más altas”.
Finalmente, señala que la medida “está en la línea de regulaciones nacionales similares en otros mercados como Hungría y Rumania” y muestra su preocupación por lo que considera un “efecto de parcheado” en toda Europa. Por ello, insta a la Comisión Europea a “buscar una solución rápida para disipar la incertidumbre que se está generando y crear unas condiciones iguales para todos los participantes en el ecosistema de pagos”.