Las semillas del super del futuro
Desde 1996, año de máxima expansión de los hipermercados y crecimiento de la marca propia, somos testigos y actores del desarrollo de Internet en España. Todas las industrias han sido escépticas a la revolución que podía causar Internet en su sector, hasta que no han tenido más remedio que aceptarlo.
Libros de páginas amarillas sustituidos por portales de información online, agencias de viaje en la calle sustituidas porsus homólogas en la red, guías de turismo rural en papel sustituidas por portales de turismo rural, agencias de alquiler inmobiliario
sustituidas por webs inmobiliarias.
El uso de Internet se expande, los organismos públicos exigen hacer trámites por Internet, vemos televisión a la carta y compramos camisas y zapatos online, pero seguimos gastando de 2 a 3 horas para llevar 30 kilos de peso a casa en productos de alimentación envasada, bebidas, perfumería y droguería. Se trata de un déjà vu. No se puede impedir la evolución. En cuanto un supermercado apueste por el canal online de forma continuada, conseguirá el volumen de ventas necesario para ofrecer precios bajos.
De la misma manera que hace 50 años nacía el concepto disruptor del hipermercado como autoservicio con horarios amplios, parking, mucho surtido, precios bajos y promociones, ahora podemos aprovechar el nuevo canal de Internet ofreciendo servicios similares e incluso mejores: amplio surtido, entrega rápida y hasta las diez de la noche, precios bajos y promociones para evitar los gastos que conlleva la entrega.
Tesco ha apostado por el canal online en UK y ha conseguido una cuota de mercado online de 48% cuando su cuota es de 30% en mundo offline. Según Mike McNamara, Chief Information Officer en Tesco: “El ritmo de cambio en distribución ha sido rápido, pero en el futuro quitará el aliento, así que necesitamos adaptarnos ya”.
Creemos que la revolución digital ya llega a la alimentación. No será un cambio brusco, vendrá poco a poco, pero será un cambio rotundo, al igual que ocurrió en otros sectores que se enfrentaron a la revolución digital. Las semillas del futuro supermercado se están sembrando ya.