Las pymes superan a los consumidores en las compras y servicios por Internet
Más de la mitad de los hogares españoles dispone de acceso a Internet y casi cinco de cada diez (45%) cuenta con conexión de banda ancha. Sin embargo, la compra de bienes y servicios por parte de los consumidores, se sitúa por debajo de la media europea. Una situación contraria a lo que sucede en las pymes.
Según datos de Eurostat, correspondientes al segundo trimestre de 2008, España está a la cola de los países europeos que usan servicios bancarios por Internet (20%, frente al 29%), una demanda que encabezan Finlandia (72%), Países Bajos (69%), Suecia (65%) y Dinamarca (61%). Por lo que respecta a otro tipo de productos, el escenario es parecido, sólo un 13%, frente al 25% registrado por los internautas europeos. No obstante, los españoles superamos a nuestros vecinos en algunas categorías como viajes y alojamiento, d (35% frente al 32% de media europea); consultas con las Administraciones (29% versus 28%) y lectura de periódicos y revistas (27% frente a 26%), pero seguimos estando ligeramente por debajo en información sobre la salud (25% frente a 28%) y ofertas de empleo (12% frente al 13%).
Por el contrario, entre las pequeñas y medianas empresas nacionales crece la importancia de Internet. Los datos de un estudio realizado por Salvetti & Llombart junto con Google, revelan que 600.000 pymes utilizan la red para la toma de decisiones y compra final de productos de informática y telecomunicaciones y servicios y productos para empresas (business-to-business).
Internet gana la carrera a los formatos tradicionales de marketing, como ferias, folletos, directorios, etc., para identificar potenciales proveedores (31%); comparar características y precios de productos (28%) y tomar la decisión final de compra (24%). De hecho, un 35% de las compañías han adquirido a través de canales físicos al menos un producto que previamente había seleccionado en la red. Otras muchas han cambiado su criterio de compra después de la búsqueda online. En este caso, un 30% ha descubierto nuevas alternativas; un 22% ha comprado un producto distinto al previsto inicialmente y un 20% ha cambiado de marca.