LACTALIS SE QUEDA CON PULEVA
Primero fue el azúcar y ahora, la leche. Ebro Puleva está descomponiendo su puzzle empresarial, para encajar en su entramado sólo aquellas piezas que considera rentables.En este proceso Puleva Food ha salido a subasta y después de barajar varias candidaturas, entre ellas la de Capsa, o el tándem Leche Pascual Pai-Patners, finalmente ha sido la francesa Láctalis, controlada por Besnier, la que se ha quedado con la láctea. después de haber pagado 630 millones de euros al holding alimentario.
Quedan ahora pendientes las auditorías de los estados financieros de la división enajenada, así como la redacción de los contratos definitivos de compraventa. Solventadas estas cuestiones se espera que Competencia de su visto bueno a la operación.
Leche, queso y algo más
El grupo resultante de la integración alcanzará un volumen de ventas superior a los 1.200 millones de euros; contará con doce fábricas y 2.700 empleados en España e incluirá las restantes marcas con las que la gala opera en España, incluido el negocio de quesos de Forlasa, que adquirió el pasado febrero, por 200 millones.
Con estos mimbres Lactalis tejerá el segundo puesto del
ranking nacional de leche líquida, con el 11% del mercado (Nielsen), tres puntos por debajo del número uno, la asturiana Capsa, titular de Central Lechera Asturiana (14%). No obstante, en el segmento de leches especiales el nuevo grupo ocupará la primera posición y también será líder por facturación, con cerca de 850 millones de euros.
Puleva cuenta con capacidad suficiente para autoabastecerse, pero su entrada en Lactalis ha hecho saltar alarmas como la posible entrada de leche francesa, a un precio más bajo que el de la leche de Galicia, una posibilidad que muchos descartan, ya que ahora forma parte de un conglomerado con intereses en otros sectores .
Las marcas Puleva Food (Puleva, Ram y El Castillo) se unirán al portafolio de Lactalis, propietaria de los quesos El Ventero, Gran Capitán, El Cigarral y Don Bernardo, procedentes de Forlasa y a otras enseñas de referencia en los segmentos de leche líquida, nata, mantequilla, yogures y postres frescos, como Lauki, Chufi, Choleck, Président, Galbani, La Lechera y Flor de Esgueva.
Una nutrida oferta, tallada vía adquisiciones. Y es que Puleva Food es la segunda compra de Lactalis en 2010, después de Forlasa, pero, en los últimos años, la francesa ha desembolsado parte de su capital para hacerse, entre otras, con firmas como 3A, propietaria de la leche Lauki y la horchata Chufi.
Plan estratégico
Mientras Lactalis traza su hoja de ruta con Puleva Food , el primer grupo alimentario español centra sus esfuerzos en el plan estratégico que ha diseñado hasta 2012.
Así, Ebro Puleva estudiará nuevos proyectos, como su entrada en el segmento de meal solutions o platos preparados y potenciará las divisiones de pastas y arroz.
El negocio de pasta fue el más rentable de la compañía en 2009, con un incremento en el resultado operativo cercano al 60% y el 42% del Ebitda total, frente al 32% que supuso la división de arroz, cuya evolución tuvo un peor comportamiento el pasado año.
La leche, que absorbe el 21%, ha dejado de ser uno de ser uno de los ejes prioritarios para la compa lñía, a pesar que en 2009 las ventas de lácteos con valor añadido hicieron crecer el beneficio operativo un 57%.
No obstante, Ebro Puleva seguirá de alguna manera vinculada al sector lácteo, ya que la biotecnológica Puleva Biotech no ha sido desgajada de la organización, al menos por el momento.
Responsable del área de innovación, Puleva Biotech, deja “cojo” el desarrollo de productos funcionales en Puleva Food, que tendrá que centrarse en segmentos de mercado más tradicionales, pero también menos dinámicos. De hecho, su facturación ha ido cayendo en los últimos ejercicios, a pesar de que el resultado bruto de explotación ha seguido creciemdo en los dos últimos años, hasta situarse en 67 millones de euros.
Ebro Puleva busca una nueva orientación, que le permita ser más rentable. No hay que olvidar que acumula una deuda de 557 millones de euros, más baja que los 1.200 millones alcanzados en 2008, pero al fin y al cabo números rojos en su balance. Sin embargo, no parece que la liquidez obtenida por la venta de Puleva se vaya a destinar a reducir el pasivo, más bien le servirá para estudiar nuevas compras, siempre que se ajusten a su estructura y también para retribuir a sus accionistas, como ya hizo cuando vendió su filial Azucarera Ebro a la compañía británica Associated British Foods (ABF), propietaria del 100% de British Sugar, por un importe de 526 millones de euros.
Nuevo rumbo
Con la venta de Puleva, Ebro Puleva da un nuevo giro a su estructura empresarial, que sin duda, condicionará su organización interna.
Falta por conocer si estao va a suponer cambios en la denominación del grupo, que quizás intente buscar un “apellido”, que sustituya a la láctea, o si finalmente se producirá la salida de las cajas de ahorro de su accionariado, algo que por el momento no se ha producido.
En estos momentos, el capital de Ebro Puleva se encuentra repartido entre la familia Hernández Calleja, que controla el 15,72%, a través del Instituto Hispánico del Arroz y es el primer accionista; el segundo, vinculado con el gobierno español, es la Sociedad Española de Participaciones Industriales (Sepi), con el 8,6%, a través de Alycesa. La familia Carceller, detenta el 6,8%, mediante Corporación Económica Damm; la familia del Pino acapara el 6,1% con Casa Grande Cartagena, mientras que Caja España participa con el 5,1% y Caja Duero con el 6,1%. Ambas entidades reconocen estar estudiando la venta de su paquete y que, en todo caso, estaría condicionado a las circunstancias del mercado, según han informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Fruto de la fusión en 1988 de Sociedad General Azucarera y Ebro, la corporación Ebro Puleva inició una nueva etapa en 2005 con el nombramiento de Antonio Hernández Callejas, como presidente ejecutivo. En dos años y medio, la compañía invirtió alrededor de 1.500 millones de euros en la adquisición de marcas foráneas de pasta o arroz como Panzani, Riviana, Minute Rice, World Pasta y Birkel Teigware. Inversiones que se han visto contrarrestadas con el traspaso del negocio azucarero y lácteo.