La trinchera del lineal

Parapetados en las trincheras formadas por los grandes lineales de las superficies con mayor espacio físico y volumen de negocio, los empresarios de la distribución se defienden como pueden de la caída de las ventas. El mercado está complicado, pero son esas grandes cadenas las que mejor están solventando la situación que afrontamos.

La caída generalizada de las ventas minoristas en las pequeñas cadenas alrededor del 10%, contrasta con la resistencia de las grandes superficies que ceden un 5,3%, nada que ver con otros sectores de la industria y el comercio. Y quizá debamos mirar más a la actividad que a las grandes cifras para ver que las promociones y la guerra de precios, además de beneficiar al comprador, han generado un movimiento positivo en las ventas y beneficiado más a esas grandes compañías que tienen la capacidad logística y financiera que les permite una reacción contundente.

Por otra parte, el crecimiento del sector se está viendo afectado en el desarrollo de las superficies comerciales de nueva apertura que, de cumplirse las previsiones del informe elaborado por una conocida consultora inmobiliaria, se verá reducido en más de un 45%, quedándose en poco más de seiscientos mil metros cuadrados. El mayor volumen de negocio de los inversores extranjeros también se enmarca en este proceso de expansión de espacios comerciales, a pesar de la reducción los fondos de capital no nacional destacan sin paliativos. Además la situación se está notando en la facturación correspondiente a los espacios existentes que, como no podía ser de otra manera, ven una paulatina reducción de los ingresos a pesar de mantenerse estable el tráfico de visitantes en los centros comerciales.

La llamada del ahorro hace mella en todos los niveles de población y la reducción del gasto deja huella en todos los comercios, con especial hincapié en los modelos minoristas de espacio reducido, que en muchas ocasiones no pueden evitar el cierre. Así estamos viendo las zonas comerciales de los nuevos barrios en las grandes ciudades con demasiados anuncios de venta o alquiler de locales y no todos a estrenar. En estos tiempos la imaginación y el exclusivismo también se resienten, aunque la idea de negocio, la calidad y el estilo sean banderas de éxito en otros momentos.

El modelo lowcost más agresivo está prosperando más que resistir en su trinchera. Así, pasando al contraataque, logra comer terreno a los modelos más tradicionales y de paso evita formar parte de la línea que apunta el Instituto Nacional de Estadística, cuyos datos de mayo indican que en el primer trimestre del año el comercio redujo su cifra de negocio un 21%.

Seguiremos vigilando los modelos pero, como sector habrá que salir de la trinchera.