La OCU cuestiona la cesta ECO. Un 68 % más cara y «no siempre más saludable»
La Organización de Consumidores y Usuarios pide una etiqueta de sostenibilidad europea.
Los alimentos con sello Eco provienen de tierras donde se emplean fertilizantes naturales, con rotación de cultivos y donde se evita la sobreexplotación del terreno. En cuanto al ganado tiene una alimentacion más natural, se contrala el uso de antibióticos y hay mayor bienestar animal.
No siempre es así, dice un análisis de la OCU. Y además, de media, los productos que componen una cesta ECO son mucho más caros.
Precio
¿Cuánto cuesta la cesta básica saludable de un mes para una familia de 4 miembros?. Según el Estudio de la OCU, que ha comparado los precios en el mes de febreo de 2023 y en el de mayo de este mismo año, en febrero, la cesta con productos convencionales costaba unos 840 euros, mientras que la misma cesta con productos con sello eco subía a 1.360 euros, es decir, un 62% más cara por comprar productos ecológicos.
En el caso concreto del último mes, en mayo, los importes de las cestas subieron a 872 y 1.465 euros respectivamente. El incremento en 3 meses ha sido considerable, mayor aún entre los productos eco, y la diferencia se ha elevado al 68%.
La diferencia de precios varía según productos. Así, entre hortalizas de temporada, la diferencia de precios llega al 110% si son ecológicas, en patatas el 83%, en huevos el 80% y en frutas de temporada el 76%. En el pescado con sello MSC el precio apenas se encarece el 10%, en la carne de cerdo y ternera el 22%, en el aceite de oliva el 31% y en los cereales –preferiblemente integrales, como pan, arroz y pasta– el 36%. El precio de los frutos secos, las legumbres secas y los lácteos, las diferencias varían entre el 40% y el 60% dependiendo si su cultivo o crianza ha sido ecológico o no.
Alimentación ecológica ¿siempre lo es?
Según la OCU el consumo de alimentos con el sello Eco «no tiene por qué ser más saludable», esta condición depende sobre todo de composición nutricional del producto, así como de la planificación de una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras y legumbres.
Para estimar los pesos de cada alimento en la cesta, la Organización de Consumidores sigue las recomendaciones dietéticas de AESAN. Los productos de la cesta son los siguientes:
- Hortalizas de temporada: acelga, apio, berenjena, brócoli, calabacín, calabaza, cebolla, coliflor, judía verde, lechuga, pepino, pimiento, puerro, tomate y zanahorias
- Frutas de temporada: naranja, mandarina, manzana, plátano, pera, kiwi
- Cereales (preferentemente integrales): pan, arroz y pasta
- Legumbres secas: alubia, garbanzo y lenteja
- Patata
- Carne: cerdo y ternera
- Pescado (con sello MSC): bacalao, boquerón y merluza
- Lácteos: leche semi y yogur natural
- Huevos (uds)
- Aceite de oliva
- Frutos secos: almendra, anacardo, avellana, nuez y pistacho
Barreras para una alimentación sostenible
Los consumidores comprometidos con el cuidado del planeta, con las formas de producción agrícola y ganadera respetuosas con la tierra y con el bienestar animal, tienen a su disposición productos con sello ecológico. Pero los precios son completamente disuasorios:
- Los precios de los productos ecológicos son exageradamente más caros que los comunes, un 68% más a finales de mayo.
- Lo que más se encarece son las hortalizas, más del 110%, precisamente los alimentos que en una dieta saludable conviene consumir en más cantidad.
Convertir los alimentos ecológicos en productos de lujo no ayuda en absoluto a que pueda cristalizar un modelo de consumo más favorable para nuestro planeta.
El precio es un gran escollo, pero no el único. dice la OCU. Y recuerda que el sello ecológico garantiza que el alimento se ha producido siguiendo unos métodos que cuidan la tierra y el bienestar animal, pero no tiene en cuenta la huella de carbono. Así ocurre que se venden productos frescos ecológicos cuando en nuestro país no son de temporada, que vienen de continentes lejanos, a veces en avión y con excesivo envasado.
OCU, junto a otras organizaciones de consumidores europeas, ha pedido reiteradamente una etiqueta de sostenibilidad europea, etiqueta con base sólida y que ayude al consumidor a elegir productos más sostenibles, ya sean eco o no. Pero a precios asequibles y no como ocurre ahora con los productos ecológicos.