La noria de los precios

“Contracción del consumo = caída de las ventas”. Una operación aritmética que muchos distribuidores intentan resolver con fórmulas marketinianas (ofertas, promociones…) y otros solucionan por las “bravas”, mediante pacto de precios o descuentos que no son tales. En nuestro mercado se dan las dos.

La Comisión Nacional de Competencia (CNC) ha abierto un expediente sancionador a ocho empresas del sector arrocero por posible pacto de precios.

Entre las sociedades implicadas figuran líderes del mercado nacional como SOS Corporación Alimentaria; Herba Ricemills; Productos La Campana; Arroces y Cereales; Arrocerías Rovira Ballester; Arrocerías Pons; Hijos de Vicente Catalá Peiro y Arrocerías Antonio Tomás.

El expediente parte de una denuncia formulada por al Asociación Valenciana de Agricultores (Avasaja) a la CNC y al Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) de la Comunidad Valenciana. Una vez iniciado el proceso, se abre un plazo máximo de 18 meses para la instrucción del expediente y su posterior resolución.

El pasado enero, Competencia impuso multas superiores a ocho millones de euros a las multinacionales de gran consumo Sara Lee, Puig y Colgate-Palmolive, por instrumentar un cártel de fabricantes de gel.

El segundo caso se refiere a la última campaña del “Día sin IVA”, promovida por la cadena de electrónica de consumo Media Markt.

La promoción, que se desarrolló el 7 de marzo en los centros de la enseña de Madrid y Albacete y al día siguiente (8 de marzo) en toda España, ofrecía un descuento del 16% en todos los artículos de la tienda, menos en libros y contratos de telefonía.

Algunos de los consumidores, que acudieron a los establecimientos durante esos dos días, aseguran que Media Markt subió los precios antes iniciar la campaña y ofrecen fotografías que lo prueban. Se sienten “estafados” porque han pagado artículos con el 16% de descuento, a un precio superior al que tenían antes de la promoción.

Sin embargo, si nos atenemos al plano legal, cualquier empresa es libre de subir o bajar los precios en el momento que quiera. Lo que sí parece claro, es que esta “promoción” tenía muy poco de “oferta” y mucho de “trampa”, pues la mayoría de los consumidores retrasaron sus compras en espera de un descuento, que en realidad no existió