La industria pide la eliminación de la enmienda 171 contra los lácteos vegetales
En esta enmienda, se pretende implementar nuevas restricciones en la comercialización de los productos de origen vegetal.
El pasado 23 de octubre se aprobaba en el Parlamento Europeo la enmienda 171, que pretende implementar nuevas restricciones en torno a la comercialización de los productos lácteos de origen vegetal. Entre otras limitaciones, se busca eliminar las frases “no contiene leche”, “cremoso” o cualquier tipo de evocación a los lácteos de origen animal. A finales de marzo, se abrirá el debate en la Comisión y el Consejo Europeo para decidir la aprobación final o no de la norma.
Ante este panorama restrictivo para la industria, cerca de 95 organizaciones han firmado una carta conjunta para hacerla llegar a la Comisión Europea y a los estados miembros, coincidiendo además con el Día Mundial de los Derechos del Consumidor (15 de marzo). Alpro, Unilever, Ikea, Oatly y Upfield son algunas de las compañías presentes, entre las que se encuentran ProVeg International, acompañada de la firma de más de 360.000 consumidores.
En el texto se pide que rechacen las limitaciones sobre las alternativas vegetales a los lácteos ya que dificultaría la toma de decisión por parte de los clientes, ante la falta de información en los productos, lo que, a su vez, es contrario al compromiso de la UE de promover dietas más basadas en plantas, como parte de su estrategia de sostenibilidad alimentaria.
De la misma manera la Confederación de Usuarios y Consumidores (CECU) también se posiciona en contra de la enmienda 171 por no velar los intereses del cliente: “Las políticas sobre alimentación deben basarse en la formación de los consumidores y en la información clara del etiquetado, para que estos puedan decidir libremente. Los productos vegetales son ya una realidad, no debemos imponer restricciones que dificulten su consumo”, apunta Ana Etchenique Calvo, vicepresidenta de CECU.
Bloqueos innecesarios
A finales de marzo, la Comisión y el Consejo Europeo tienen previsto debatir esta prohibición que afecta al uso de frases como “alternativa al yogur”, “adecuado para personas con intolerancia a la lactosa”, entre otras.
Esa prohibición afectaría de manera negativa a los productores y distribuidores de alternativas vegetales, ya que verían limitada la información que pueden ofrecer en los envases y la publicidad de las alternativas vegetales a los lácteos. Esta norma también dificultaría que se mostrara información dietética y de salud necesaria para la toma de decisiones de compra por parte de los/as consumidores/as.
“Si se termina adoptando la enmienda 171, que es un claro intento de censura hacia el sector plant-based, no solo se restringiría el derecho los consumidoras a saber qué están comprando, sino que Europa estaría situándose directamente en contra de la sostenibilidad y de su propio Pacto Verde«, sostiene Cristina Rodrigo, directora de Proveg España. Dentro de la propia industria láctea tradicional tampoco se ve con buenos ojos la puesta en marcha de restricciones tan severas: «La enmienda no es necesaria. Lo que tenemos actualmente es suficiente y funciona bien», afirma el CEO de la mayor cooperativa láctea austriaca, Berglandmilch.