La empresa oscense La Coruñesa, cumple 100 años
Fundada en 1922, La Coruñesa una previsión de 8 millones de euros de facturación y más de 1.100.00 kg de producto vendido.
La empresa oscense de distribución de pescado y marisco fresco y productos congelados seleccionados, La Coruñesa ha celebrado su centenario. Por ello, ha llevado a cabo una ceremonia en la que han asistido el equipo de la empresa, 31 trabajadores y distintos representantes institucionales.
Un homenaje que llega en un momento clave tras el reto que ha supuesto estos dos años de pandemia. Así, en 2022 pretenden superar las cifras de 2019, con una previsión de 8 millones de euros de facturación y más de 1.100.00 kg de producto vendido. “Gracias a todos, clientes, proveedores, colaboradores y compañeros, por confiar en nosotros y por acompañarnos en nuestro camino. Este proyecto también es parte vuestra”, ha afirmado José Luis Sierra, gerente de La Coruñesa.
El acto ha sido presidido por Arturo Aliaga, —vicepresidente y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón—, y Luis Felipe, —alcalde de Huesca—.
100 años de crecimiento
La Coruñesa fue fundada en 1922. Inicialmente se trataba de una pequeña pescadería ubicada en la plaza López Allué (Plaza del Mercado). Sin embargo, fue en 1981 cuando cambió de propiedad y fue adquirida por una sociedad de doce profesionales oscenses del sector. Eso sí, a día de hoy, cinco de esos socios continúan formando parte de la sociedad anónima.
No fue hasta 2013 cuando inició su expansión fuera de Huesca, comenzando la venta de sus productos también en Zaragoza. En 2015 inauguraron sus nuevas instalaciones en el Polígono Monzú doblando la superficie anterior. De esta forma, dan un paso más en calidad de servicio y apoyan la expansión de la empresa por el territorio aragonés. Esta sede, en la que se invirtieron 1,5 millones de euros, ocupa más de 1.200 m2 de superficie y está acondicionada cumpliendo la normativa más exigente en el ámbito sanitario europeo.
Nuevas tendencias
Con más de 800 puntos de venta entre comercios, supermercados, restaurantes, hoteles, empresas de catering, centros educativos y otros colectivos. De esta forma, consigue distribuir a más de mil referencias de productos que proceden de caladeros de distintas partes del mundo.
A pesar de ello, el producto nacional continúa siendo su plato fuerte. Destacando Galicia y Asturias en pescado blanco; Castellón, Valencia y Cataluña en pescado azul; además, han incorporado variedad de Cádiz y Huelva, —por ejemplo. besugo, atún rojo, pargos, urtas, etc.—.
Unas nuevas incorporaciones se suman también al “crecimiento exponencial del pescado de agua dulce criado en cultivo o en piscifactoría, y en los últimos diez años se ha cuadruplicado la demanda del trabajo de elaboración y transformación del pescado. Es un servicio muy apreciado por los profesionales porque facilita su trabajo, al llegar el producto perfectamente limpio, de forma eficaz y más rentable, listo para cocinar”, explica José Luis Sierra.