La distribución ve «inviable» la cesta de alimentos con precios ‘congelados’

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, se han reunido con las organizaciones representantes de la gran distribución en España en la ronda de encuentros para fijar una cesta de la compra semanal con precios ‘congelados’.

Durante la reunión del 12 de septiembre, ACES (Asociación Española de Cadenas de Supermercados), ANGED (Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución) y ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) han expresado a la ministra que comparten con el Gobierno la preocupación por la situación de los precios de los alimentos y han solicitado su apoyo a las medidas que vienen proponiendo en los últimos meses. 

Las organizaciones han recordado que están trabajando en los problemas de la subida de precios. De hecho, todas las cadenas de distribución llevan meses trabajando para ofrecer una cesta de la compra más económica a través de productos de marca propia, más promociones y descuentos. 

Las asociaciones consideran “inviable y contraproducente” la propuesta de elaborar una cesta de la compra básica a precios cerrados por los siguientes motivos:

• Ineficacia del acuerdo propuesto, ya que la estructura alimentaria en España hace que el pacto requiera del acuerdo con cientos de empresas. “
• Diagnóstico erróneo de la formación de precios en la cadena (IPOD), que compara solo la diferencia entre precios de origen y destino, al estar basado en datos de una organización agraria que carecen de base científica ya que, al expresar las diferencias de precios en porcentajes, distorsiona la percepción del consumidor e ignora el valor que aportan otros eslabones de la cadena. “La distribución alimentaria organizada tiene unos márgenes porcentuales muy reducidos como se puede comprobar en los datos públicos de las empresas”, explican desde las organizaciones.
• Experiencias fallidas en otros países. Los acuerdos firmados por el ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, en 2004 y 2010 tuvieron como resultado, por una parte, “una drástica pérdida de confianza en el comportamiento del consumidor con un descenso en el consumo y, por otra, una bajada muy importante de la calidad de los productos en las gamas afectadas”.

Bajar el IVA de los alimentos

Por otra parte, el comunicado de prensa destaca que los precios de los alimentos en España se han mantenido estables los últimos 20 años. En la actualidad, las causas del alza del IPC son objetivas: alza del coste de la energía, de los carburantes y de las materias primas, agravado por la guerra de Ucrania.

En ese sentido, se han propuesto varias acciones que ayudarían a la contención del IPC alimentario. Por un lado, la bajada temporal del IVA, una acción que se hizo en Alemania en 2020 por un periodo de seis meses con resultados positivos, y una suspensión temporal de impuestos medioambientales. Y por otro lado, el precio de la energía sostenible para toda la cadena de distribución.

La distribución alimentaria española, así como el resto de la cadena, ha demostrado su eficiencia para servir al “consumidor alimentos de calidad, variados, seguros y a precios competitivos y su compromiso con los consumidores”. Por tanto, “no es el momento de dividir a la cadena, sino de trabajar unidos para hacer frente a la actual crisi multifactorial y seguir facilitando a todos los consumidores por igual el acceso a la alimentación”.