LA BATALLA DEL PAGO MÓVIL. CHASE PAY, LOS RETAILERS ENTRAN EN JUEGO
(Por Alicia Davara)
Hace un año y con el título de ¿Retailers banqueros? hablábamos en estas páginas de CurrentC. Una apuesta conjunta de pagos propios de grandes reatilers en Estados Unidos, encabezados por Wal-Mart, Target, Shell, Exxon, CVS, Dunkin Donuts o Sears y respaldada por MCX (Merchant Customer Exchange. Ahora y con el nombre de Chase Pay, el sistema de pagos online echa a andar.
No es la única última hora en el mundo de los sistemas de pago online. Un sector con un juego limpio, de caballeros. Pero en competición y con meta. Con muchos jugadores, de distinto color y posicionamiento y un interés igual que no compartido. El de los pagos móviles.
Apple, Google, Sansumg hasta hoy, encabezan el giro de los pagos en los intercambios comerciales hacia la movilidad. En un complejo entramado en el que los operadores, y jugadores son muchos y de muy diversos sectores. Entidades financieras, compañías tecnológicas y de telefonía o móviles.
Las últimas informaciones hablan del regreso de Microsoft y su Windows Wallet, una aplicación lanzada anteriormente sin éxito en Windows Phone 8 que almacena tarjetas de crédito y cupones. Y de la llegada a España en el próximo año de Apple Pay, la billetera móvil de Apple funcionando ya con éxito en el Reino Unido.
CHASE PAY. Si faltaban competidores, los retailers se lanzan al campo. Chase Pay viene de la mano de los grandes retailers norteamericanos y de JP Morgan. Hasta hoy ignorada por estar basada en códigos de barra y no en el sistema NFC. A su favor, su compatibilidad con la mayoría de smartphones.
En total, los creadores del sistema, valiéndose de los retailers que forman la plataforma, podrían alcanzar hasta 94 millones de usuarios de tarjetas de crédito, débito y prepago en integrar el sistema con tarjetas de fidelización de las enseñas.
ANÁLISIS EN CLAVE RETAIL
Son los retailers, en su papel de intermediación entre el consumidor, la tecnología y las entidades financieras, los que sujetan el peso de una balanza que puede inclinarse a favor de uno u otro lado. Y son sus decisiones, en adaptar una u otra tecnología, uno o múltiples medios o el pago debido por ello, las que llevarán a medio plazo al éxito mayor o menor de unos y otros.
Incluidos ellos mismos, los comerciantes, que pueden resultar tan perdedores como triunfadores en este proceso aún por definir el camino. De momento, perdedores, en cuanto que obligados por el empuje de la demanda de los compradores en la actualidad a trabajar con todas aquellas opciones al alcance de la tecnología- y de ellos mismos- el coste será alto. No solo la inversión en equipos nuevos con nuevos también planteamientos de marketing o estrategias internas o externas en su relación con los proveedores.
Coste añadido en cada una de las transacciones que, aún en su papel de intermediario, y decisivo en el proceso, tendrán que asumir. Las entidades financieras exigen de momento tarifas altas, difíciles de asumir para aquellos negocios con márgenes bajos. Nada nuevo a que no suceda hoy en las transacciones electrónicas, comisiones incluidas que se calculan entre un 2% y un 2,5%.
Papel perdedor que puede volverse ganador. Así lo han visto algunos retailers, con capacidad financiera, que se han propuesto contar con su propia billetera móvil. La alianza de WalMart con un grupo de empresas de retail estadounidenses en 2012 y la creación en 2012 de MCX (Merchant Customer Exchange) camina en esta dirección.
Una seria amenaza para Google Wallet que tiene en los retailers su principal foco de colaboración. El objetivo de la plataforma, que ya cuenta con medio centenar de retailers adheridos, es ofrecer a sus socios compartir datos sobre sus clientes. Un añadido en contra de Google Wallet que no solo no permite la acción, sino que parte de su beneficio añadido reside precisamente en el manejo de datos de sus adheridos.
La toma de control de los retailers podría llegar con plataformas como Chase Pay. Al menos, jugarán todos en el mismo campo y con las mismas normas. Tiempo para las reformas.