Javier Campo prevé una caída de hasta un 50 % en el beneficio de la gran distribución

El sector de gran consumo se enfrenta a un proceso de ajuste como consecuencia de la actual guerra de precios y la presión sobre los márgenes que vive la distribución. Un hecho que llevará a cierres de supermercados e hipermercados y a una nueva concentración en el sector. Es el diagnóstico de Javier Campo, presidente de Dia hasta el pasado mes de mayo, que cree que el sector registrará en 2009 una caída de ventas de entre el 3 % y el 4% por metro cuadrado, el primer descenso en 20 años que podría tener un impacto negativo de “hasta el 50 % del beneficio de las empresas. “

Gran experto en el sector de la distribución, al que se incorporó en 1986, Javier Campo cree que si las empresas de gran consumo cotizaran en Bolsa, la caída de la capitalización sería “del orden del 30% como consecuencia de la guerra de precios». Una fuerte caída de resultados que cifra en el 15% para aquellos que hayan enfocado el proceso de forma «más fina», aunque lo general podría llegar hasta el 50%, mientras que otras «no serán capaces de ganar dinero».

Campo, actual presidente del Grupo Zena, realizó estas manifestaciones en su intervención en el Congreso Horeca de Aecoc, patronal de la que es vicepresidente. Para él, este descenso se explica por un «exceso de capacidad respecto al mercado», ya que pese a la recesión se ha seguido incorporando nueva superficie comercial, a lo que se suma el frenazo del consumo derivado de la crisis y la mayor orientación del consumidor a la variable precio. Estos factores se han producido en un escenario de guerra de precios sobre las marcas propias, “más que por las marcas nacionales», afirmando que en el verano de 2008 ya se daban “todas las condiciones para esa batalla” con la consecuencia de un crecimiento de las marcas del distribuidor de cuatro puntos en dos años, hasta el 33,9% de cuota de mercado. Mientras que las marcas líderes «han aguantado», advirtió de que las segundas marcas son las que más han sufrido, con el riesgo de que desaparezca un número importante de ellas en los próximos 18 ó 24 meses.

Respecto al canal Horeca, Campo apuntó que en España se prevé una evolución favorable de la comida rápida en los próximos tres años y un descenso de las ventas en bares, restaurantes y cafeterías que no empezará a remontar hasta 2012. En cualquier caso, consideró que en 2013, los bares y restaurantes tendrán el mismo valor de mercado que en 2007, apuntando el peligro para el sector de un escenario futuro de guerra de precios como en la distribución alimentaria, que se focalice en ganar eficiencia y en reconvertir o cerrar los establecimientos menos eficaces o en que se concentre en innovar para recuperar la cuota de mercado que le está «robando» la alimentación en el hogar.