SEGURIDAD Y EXPERIENCIA DE COMPRA DÉBIL, LOS FRENOS DEL ECOMMERCE EN ESPAÑA
El comercio electrónico crece en España menos de lo que se habla y mucho menos de lo esperado. A pesar de estar en cabeza entre los países europeos en penetración de smartphones (un 81 %), las horas conectados a pantallas múltiples, las descargas de apps y la previsible tendencia a un futuro todo móvil, los españoles continúan comprando de forma mayoritaria en tiendas físicas. ¿Cuáles son los motivos? La falta de seguridad percibida por los consumidores y una experiencia de compra débil serían los grandes frenos a una tendencia de crecimiento previsible en un futuro.
Datos extraídos de la consulta de PwC para su Informe Total Retail 2016, a 23.000 consumidores de todo el mundo confirman el hecho. El comercio electrónico en España está lejos de la madurez. No llega a uno de cada cinco el número de consumidores que compra online al menos una vez por semana (19 %). Un porcentaje lejos de la media mundial (29 %) y alejado también de la media en países de nuestro entorno. Muy lejos del 45 % de compradores semanales en el Reino Unido, país europeo con mayor penetración del ecommerce. Y lejos de Alemania (34 %), Italia (32 %) y Francia (27 %). Sin hablar de Asia y sus 71 % de eshoppers en China. De hecho, dice el informe, el comportamiento de los consumidores españoles se asemeja más a países como México y Sudáfrica.
Móviles para información, comparación y ocio. Es decir, en el camino hacia la compra. En espacio físico la transacción final. Al menos en un 66 % de los encuestados en España que afirma acudir a ella al menos una vez al mes y un 40 % lo hace una vez por semana.
De forma online y por el canal PC, hasta un 42 % de compradores lo usa mensualmente y un 15 % de forma semanal. Y llama la atención, dice el estudio, el poco peso del comercio electrónico realizado utilizando una tableta un accesorio móvil que un 58 % de españoles afirman no haber utilizado nunca para compra, como un 55 % dice no haberlo hecho con un teléfono inteligente
A VUELTAS CON LA SEGURIDAD Y EL EJEMPLO ASIÁTICO
La inseguridad en las transacciones online y móviles y la escasa experiencia de compra ofrecida en plataformas o webs, están detrás del no despegue, como sería previsible, del ecommerce en España. Un hecho del que se viene hablando hace tiempo como principal obstáculo y que de momento los operadores sectoriales y segmentados no consiguen frenar.
El 62% de los españoles consultados teme que sus datos de crédito le sean hackeados si compran a través de sus teléfonos móviles. Un dato más o menos similar en países como Alemania (61%), Francia (56%) , Italia (62%) y Reino Unido (66%). Otra causa podría ser que, todavía, las compañías españolas de distribución no han invertido lo suficiente en plataformas de comercio electrónico, y los sistemas y procesos para comprar por Internet no son lo sencillos que reclaman los consumidores.
¿Cómo lo hacen los asiáticos podríamos preguntarnos? Porque el informe da un toque de atención en base a los datos recogidos entre 23.000 internautas de todo el mundo. Son los consumidores chinos los que están marcando la pauta de lo que será el comercio online en el mundo dentro de tres años. El 19,6% ya compra por Internet diariamente (frente al 4% en España y 7,1% en el mundo) y un 65% asegura que ya lo hace a través de su móvil, por lo menos, una vez al mes (18% en España y 28% en el mundo). Una vez más la facilidad y sencillez –según el 62% de los encuestados- y la seguridad están detrás de la predilección del consumidor chino por las compras online.
QUÉ COMPRAMOS Y DÓNDE COMPRAMOS
La tendencia sigue firme. Libros, música, películas y videojuegos son los productos favoritos para adquirir online para un 55 % de compradores online. Le siguen los artículos de electrónica y ordenadores (38%) y moda (ropa y calzado) con un 34%.
Por el contrario, los productos de alimentación, las joyas y relojes, y los muebles son, por ese orden, los que los españoles estamos menos dispuestos a comprar por Internet. Este comportamiento está muy en línea con el de los consumidores en los principales países de nuestro entorno.