Higiene profesional soluciones responsables
Una vez hemos elegido las opciones más adecuadas de productos de limpieza, de útiles y de maquinaria, sólo nos queda hacer un último esfuerzo en organizar adecuadamente el uso de todos estos elementos. Además de ser un requerimiento legal, al menos en la zona alimentaria, es una extraordinaria herramienta que ayuda a la gestión de la tienda.
Para ello, lo primero y principal es definir qué estandar de limpieza e higiene queremos alcanzar. Obviamente el estudio en profundidad de la problemática de cada área de una muestra representativa de tiendas, nos dará como resultado una serie de protocolos de actuación, los cuales además de incluir lo mencionado anteriormente, considerarán también la frecuencia de aplicación de cada proceso, la forma de preparación de las soluciones de limpieza así como las medidas de protección y seguridad a tener en cuenta por los usuarios.
Por ejemplo, en la zona alimentaria, la prioridad al definir las frecuencias vendrá marcada en función de los riesgos de intoxicación alimentaria. En la sala de venta, lo que condicionará principalmente los protocolos serán los requerimientos de imagen de la tienda.
No hay dos tiendas exactamente iguales, ni por la distribución de las zonas, ni por los tipos de materiales de las superficies a limpiar, ni por las facilidades para organizar las operaciones de limpieza, ni por la dotación de personal, ni por la dinámica en el flujo de clientes. Sin embargo, es recomendable agrupar al máximo los tipos similares para estandarizar los procesos, dado que la elevada rotación de personal del sector, requiere herramientas que faciliten la transmisión de la información para que la limpieza y la desinfección se ejecute siempre igual y de la forma óptima.
Una vez se tienen los procedimientos definidos, es muy útil darle un aspecto gráfico y fácil de entender a los protocolos, ya que así, cualquier perfil de trabajador tiene acceso, sin barreras idiomáticas, a la información.