Los grandes del lujo, con menos ventas, notan la crisis del coste de la vida
Los ajustes en el presupuesto que realizan los compradores aspiracionales está impactando en las ventas de aquellas marcas más enfocadas en estos últimos.
El sector de bienes personales de lujo se está viendo afectado por el contexto económico de inflación y el aumento del coste de la vida. Así se observa en los resultados presentados del primer trimestre de grandes compañías del sector como LVMH y Kering, con un menor crecimiento en el caso de la primera y una caída a doble dígito en la segunda.
El grupo francés propiedad de marcas como Loewe, Louis Vuitton, Christian Dior o Marc Jacobs ha presentado a los inversores un crecimiento orgánico de ingresos de 3%, un porcentaje mucho más bajo que el incremento del 17% visto un año antes, hasta los 20.700 millones de euros. Si se tienen en cuenta los tipos de cambio, se observa una caída del 2%.
Vinos y Espirituosos (-16%), Relojes y Joyería (-5%) y Moda y Piel (-2%) han sido las categorías que han mostrado descensos de ventas en el primer trimestre de 2024. En el lado opuesto, el Retail selectivo y Perfumes y Cosmética, que han traído a la compañía un 5% y un 3% más de ingresos.
Peores resultados ofreció en abril Kering, quien ya anticipó una caída a doble dígito de sus ventas en los tres primeros meses de su ejercicio actual. En este periodo, los ingresos de la compañía alcanzaron los 4.504 millones de euros, un 10% menos que en el mismo periodo del año anterior.
El descenso de ventas se observa en todas sus marcas a excepción de Bottega Veneta (+2%), viéndose especialmente impactada Gucci, con una caída del 18% hasta los 2.079 millones. Por mercados, en Asia, que representa el 34% del negocio total de Kering, los ingresos cayeron un 28%. Le siguen Estados Unidos, representante de un 22% del total de ventas, con un 18% menos, y Europa, responsable del 27%, con un 15% menos.
Afectadas por los cambios del comprador aspiracional
Los resultados de LVMH y Kering contrastan con los anunciados por otras compañías, como Hermès, cuyas ventas se han elevado un 17%; Chanel, con un 16% más de ingresos; o Prada, con una subida del 11%. Los analistas señalan como responsable de este contraste el público objetivo en el que se centran las marcas de lujo, viéndose más impactadas aquellas que se dirigen con más ahínco a los compradores aspiracionales.
Estos últimos, recuerdan, están ajustando su presupuesto, dejando a un lado los gastos del tipo discrecional en los que tradicionalmente recaen las compras de bienes personales de lujo. Es el caso de Kering con Gucci y el de Burberry, que en su último trimestre experimentó un descenso de su beneficio operativo del 34%.
Las ventas mayoristas de estas firmas tampoco están resultando mayores, y se ven en determinados casos compensadas por las ventas DTC de las marcas, tal y como ha sucedido con Ralph Lauren en el último trimestre de su ejercicio. Así, si los ingresos del canal ‘wholesale’ se vieron contraídos un 4,6%, el segmento Retail, que incluye tanto las ventas generadas en tienda física como en ecommerce, experimentó un incremento del 5,8%.
Ralentización
El contexto de incertidumbre sobre el que navegan las compañías en los últimos años ha incentivado previsiones de menor crecimiento de las ventas para el sector Lujo. Según las realizadas por eMarketer, para este año se estima que el mercado global de Retail Lujo aumente un 5,7% hasta los 439.260 millones de dólares, un crecimiento inferior a lo experimentado un año antes del 6,6%.
Esta ralentización también se observará en los próximos tres años con crecimientos para 2025, 2026 y 2027 en el entorno del 4%.
Según datos de Bain & Company, en 2023 el gasto en bienes personales de lujo alcanzó los 362.000 millones de euros, siendo piel, moda y belleza, las categorías con la mayor partida.