Freixenet da paso a la tercera generación
Dolores, Pilar, Carmen y José Ferrer Sala, propietarios en segunda generación de Freixenet y con el poder concentrado desde hace medio siglo han decidido ceder sus puestos en el consejo a sus hijos. Ellos, que llevaban ya el peso de la gestión asumirán ahora también con su voto las decisiones.
Los cuatro miembros de la segunda generación de Freixenet, negocio tradicional y familiar líder absoluto en la producción mundial de cava, han abandonado el máximo órgano de decisión de la compañía. En su lugar, serán los hijos de los hermanos Pilar, Carmen y José Ferrer Sala (la mayor, Dolores, secretaria de administración del grupo y ya nonagenaria, no tiene descendencia) los que asuman las responsabilidades.
La reorganización del consejo se produce veinte años después de que entraran en la empresa los hijos mayores de cada hermano, José Lluís Bonet, Presidente desde 1999, Pedro Ferrer, consejero delegado y Enrique Hevia, vicepresidente. A partir del 1 de enero pasado, la tercera generación al completo (seis mujeres y seis varones) ocupa el consejo, aunque solo los seis varones lo hacen con funciones directivas.
José Ferrer Sala, presidente de honor del noveno grupo vinícola del mundo, permanece de forma activa en la comisión directiva.