Formación dual. El camino del empleo


Todo parece indicar que hemos dejado atrás la peor parte de la crisis. A nivel macro, la prima de riesgo ha vuelto a los niveles de antes de la crisis y España ha vuelto a la senda del crecimiento tras varios trimestres en negativo.

Todo parece indicar que hemos dejado atrás la peor parte de la crisis. A nivel macro, la prima de riesgo ha vuelto a los niveles de antes de la crisis y España ha vuelto a la senda del crecimiento tras varios trimestres en negativo. Aún así, estos avances aun tardarán en trasladarse a la economía doméstica. El crédito aún no fluye todo lo que debería, en especial para el pequeño empresario, y el nivel de paro no disminuye todo lo rápido que sería deseable.

La inversión está creciendo. Ahora el objetivo más acuciante es conseguir que esa inversión sirva para generar empleo lo más rápido posible, para que las familias aumenten la renta disponible. Una mayor disponibilidad de recursos permitirá a las familias incrementar su nivel de consumo, muy afectado por la crisis. A su vez, este incremento del consumo generará nuevas inversiones y nuevos empleos, activándose así el círculo virtuoso del crecimiento económico.

Así pues, parece que la clave está en mejorar las condiciones para que los empresarios vuelvan a generar empleo y en incrementar la empleabilidad de nuestros jóvenes. Con este trasfondo, no deja de sorprender que uno de los colectivos más afectados por las dificultades a la hora de buscar un empleo sea precisamente el de los jóvenes hasta 25 años, segmento donde el paro supera el 55% de la población activa.

Es cierto que gran parte de este colectivo corresponde a jóvenes que, en la época anterior a la crisis abandonaron sus estudios para dedicarse a la construcción y ahora, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, se encuentran con enormes dificultades para reincorporase al mercado laboral.

Sin embargo, también son altas las tasas de paro entre los jóvenes que terminan con éxito sus estudios y que, a pesar de formar parte de la generación mejor formada de la historia de este país, muchos deben abandonarlo ante la imposibilidad de desarrollar su carrera profesional aquí.

Está claro que la formación es una de las herramientas que nos permitirán abandonar definitivamente la crisis. Pero considerando las dificultades que tienen nuestros jóvenes mejor formados para integrarse en el mercado laboral, parece lógico cuestionarse si el modelo educativo que tenemos actualmente es el más adecuado y el que mejor cubre las necesidades que plantean las empresas hoy en día.

La formación dual es un modelo formativo en el que los estudiantes desarrollan su aprendizaje en dos entornos diferenciados: el académico y el laboral, permitiéndole el compaginar las bases teóricas necesarias para el aprendizaje de una profesión o una carrera universitaria con prácticas en un entorno real de empresa. Se trata pues de una formación más acorde con las necesidades que plantea el mundo empresarial en la actualidad.

Está demostrado que el modelo de formación dual permite la rápida inserción de los jóvenes en el mundo laboral, convirtiéndose en una alternativa al sistema formativo tradicional para reducir las elevadas tasas de paro juvenil que se registran actualmente en España. Además, este modelo permite una perfecta integración en el sistema público de educación y, de hecho, se aprecia una clara apuesta de la administración por esta modalidad formativa. Ejemplo de ello es la reciente graduación de la primera promoción de estudiantes de los ciclos de formación profesional dual que la Generalitat de Catalunya puso en marcha en 2011.

Y es que pocas cosas alcanzan un consenso tan unánime como el que se ha generado en torno a la formación dual por parte de todos los implicados: Administraciones Públicas, comunidad educativa y sector empresarial.
Ferrán Figueras
Director General Financiero Lidl Supermercados