La cadena especializada en productos de bajo coste procedentes de stocks, restos de series, liquidaciones, excedentes de fabricación o siniestros, Sqrups! logró en 2023 salvar de la destrucción un total de 20,2 millones de productos de Gran Consumo, un 41% más que en 2022. Parte responsable de este incremento se debe al mayor número de tiendas que cuenta la compañía en nuestro país, inmersa en un plan de expansión con el que aspira a superar las 150 en los próximos dos años.
¿Qué planes tienen este año en materia de aperturas?
En 2023 realizamos 25 aperturas, gran parte de ellas estaban centralizadas en Madrid donde llegamos a contar con hasta 43 establecimientos. Actualmente, tenemos un total de 82, más del 50% en la Comunidad de Madrid, y ahora estamos enfocados en crecer fuera de esta región, sobre todo, en la zona de Levante. También seguiremos la expansión en Cataluña y nos reforzaremos en el resto de comunidades donde tenemos presencia con una o muy pocas tiendas.
El pasado abril inauguraron un mega-outlet en Sagunto. ¿Por qué apostaron por este formato?
En realidad, contamos con un mega-outlet en Madrid, cerca de La Gavia, en el distrito de Vallecas. Hasta ahora siempre nos habíamos basado en el formato urbano, de proximidad, y no habíamos explorado otros. Con éste, decidimos probar la experiencia de un parque de medianas, porque ya vamos teniendo más oferta de producto, muchos más fabricantes nos conocen, por lo que necesitábamos un formato con una sala de ventas más grande, y en los núcleos comerciales dentro de las ciudades es muy complicado encontrar locales con estas características.
En el mega-outlet de Sagunto, también había otro reto. En Madrid sabíamos que funcionaría porque ya contamos con mayor notoriedad de marca, la gente nos empieza a conocer, pero fuera de Madrid todavía nos cuesta. Estamos muy contentos con los resultados, la acogida ha sido maravillosa.
Comenta que cada vez son más los fabricantes que les conocen y quieren estar dentro de Sqrups! ¿Qué ventajas ofrece a las marcas?
Nosotros somos un retailer completamente distinto al resto porque el 100% de los productos que vendemos llegan en una situación especial, que puede ser la liquidación, restos de stock y, en el caso de la alimentación, con un corte de fecha. Damos una oportunidad a ese excedente, todo ese producto que en condiciones normales se donaría o se destruiría. Ofrecemos una vía para vender ese producto y que llegue a más clientes. Es un tema de impacto social. En una situación económica complicada como la que nos encontramos con gente que está pasando necesidades, es llamativo el nivel de destrucción que existe, con un 30% de producto que se produce que acaba en esta vía.
Nuestro modelo se basa en tres pilares: la sostenibilidad, el impacto social y la inclusión. Sostenible, porque recuperamos productos y les damos una segunda vida, lo que reduce las emisiones de CO2 y el desperdicio alimentario. Con impacto social, porque gracias a esa segunda vida vendemos a precios más competitivos productos de primera marca y primera necesidad. E inclusivos porque un 75% de nuestra plantilla, que asciende a más de 260 personas, son gente en riesgo de exclusión social.
Segunda vida para MDD
Recoger ese sobrante y darle una segunda vida, ¿también es válido para los productos de marca de distribuidor (MDD) de supermercados e hipermercados?
Sí, de hecho ya tenemos distribuidores que colaboran con nosotros. Es posible. Al final, el objetivo que deberíamos tener todos es luchar contra el desperdicio. Que vayamos todos en la misma dirección, no importa de dónde proceda el producto. Al final debemos evitar entre todos esa destrucción, ese deterioro y esa pérdida.
En una situación económica complicada como la que nos encontramos, es llamativo el nivel de destrucción que existe, con un 30% de producto que acaba en esta vía
Desde 2022 cuentan con el apoyo de GSI. ¿Cómo ha ayudado a la compañía dicha entrada?
Como fondo de impacto social, ha apoyado mucho en muchos sentidos. En la parte económica, como es lógico, es socio de una parte representativa de la compañía. Ha ayudado a poner orden y a tirar, pero sobre todo, a poner en valor los tres pilares de los que hablaba, a organizar el sentido de por qué hacíamos lo que hacíamos. Qué es lo que realmente nos hace distintos y el aporte de valor que entregamos.
¿Está prevista la llegada de nuevos inversores?
No está previsto en el corto plazo. La empresa está yendo excepcionalmente bien y contamos con el suficiente fuelle para seguir avanzando con el plan, que es ambicioso. De momento no, pero a futuro se podría ver.
¿Hay planes para dar el salto al ecommerce?
No, ni lo habrá. Y le explico por qué. Nosotros no hacemos promoción de ninguno de los productos que vendemos. De hecho, nuestra oferta no es pública, solamente la pueden encontrar los clientes en las tiendas. Y el problema del ecommerce es que iniciaríamos un problema para los fabricantes, ya que ofrecer productos a un 50%-80% del precio normal de mercado afectaría a nivel de marca.
En nuestro manual está no hacer promoción de ningún producto ni darles visibilidad. Todas las acciones de marketing que realizamos se basan en contar el modelo y nuestros valores, lo que defendemos. El ecommerce sería un acelerador espectacular, pero por encima de las ventas y del resultado está la filosofía de la empresa.
¿Qué retos cree que tiene el sector Retail a medio plazo?
Planteamos como reto que haya más gente que se sume a estas políticas de consumo responsable, de no destrucción, de que todos los retailers empiecen a trabajar de forma mucho más activa para intentar reducir el desperdicio alimentario.
El ecommerce sería un acelerador espectacular, pero por encima de las ventas y del resultado está la filosofía de la empresa
Y respecto a los retos que tiene el mercado, la situación económica que vivimos está haciendo que el consumidor busque nuevas formas de comprar, que mire cada vez más los precios. Ha habido una conversión muy grande hacia las marcas blancas, buscan la buena relación calidad-precio. Creo que es importante que sigamos apoyando a las marcas, pueden hacer que los sectores estén vivos y que funcionen, pero hay que racionalizar el surtido – y creo que ya está habiendo una conciencia más grande sobre esto-.
El gran reto que tenemos es pasar de esos lineales monstruosos con desarrollos de gama enormes, que puede resultar maravilloso para que el consumidor pueda elegir, pero no se puede vender todo. Entre todos debemos trabajar para racionalizar esto. Los grandes retailers van a seguir apostando por las marcas, pero hay que intentar reducir el desperdicio.