Eliminar viejas barreras
Bruselas ha dado el último aviso a España. Dos meses es el plazo impuesto por la Comunidad Europea, segunda fase del procedimiento de infracción, para levantar las trabas administrativas a la apertura de grandes superficies. La amonestación incluye también a la legislación sobre urbanismo comercial en algunas comunidades autónomas.
El comisario europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, cree que la actual reglamentación no respeta el artículo 43 del tratado de la CE relativo a la libertad de establecimiento.
Casi al tiempo, la Comisión Nacional de la Competencia alertaba sobre la excesiva dispersión normativa de la actividad comercial. Trabas consideradas por la Comisión como no deseables, barreras de acceso al mercado que son causa de ineficiencias económicas. Grandes superficies y, sobre todo, hipermercados acusan estas trabas a su actividad sin que por ello se hayan visto beneficiados los empresarios más pequeños.
Tres largas décadas después de su llegada a España, el hipermercado encuentra nuevos aires adversos. Limitaciones legales, exceso de oferta, profesionalización de la demanda, avance del comercio de proximidad, con supermercados y otras fórmulas de descuento, hicieron perder cuota de mercado al antaño poderoso hiper. Contra viento y marea, sigue su camino. Con casi cuatrocientas tiendas, más de tres millones de metros cuadrados, una oferta muy diversificada y diferenciada en la que los nuevos negocios (pisos, viajes, telefonía…) y sobre todo, la presión por el precio, delimitan su actividad.
Un hipermercado muy diferente hoy, en surtido, en oferta, en diseño, enfocado a otros negocios. Acorde con una sociedad también muy diferente que busca proximidad y tiempo, variedad, precio y calidad. En una palabra, libertad de elección. El consumidor ha cambiado. El hiper ha cambiado. Las viejas barreras a la libertad de mercado tan solo ralentizan la modernización. Al final, el consumidor decide. •adavara@distribucionactualidad.com