El efecto Carrefour. Crece la presión sobre los proveedores para que bajen sus precios
Francia está desde hace meses en pleno debate sobre el precio de los alimentos.
A la afirmación de los retailers de que las subidas de precios de la industria «son injustificados», el reciente anuncio de Carrefour de su decisión de sacar de sus lineales a todas las marcas de la multinacional PepsiCo, ha traído una reacción en cadena en Francia. En estas fechas, cuando la mayoría de los distribuidores inician negociaciones con los industriales
La retirada de las marcas de PepsiCo afectará a Francia, España, Italia y Bélgica. La medida afecta a más de 9.000 tiendas en los cuatro países. La medida se aplicará, de forma progresiva, a todos los productos de la multinacional estadounidense, entre los que destacan los refrescos de Pepsi-Cola y 7Up, marcas de bebidas como Gatorade, Aquafina y el gazpacho Alvalle, o los aperitivos de Lays, Ruffles, Doritos, Cheetos y Matutano.
En un comunicado, PepsiCo respondía «hemos estado en conversaciones con Carrefour durante muchos meses y continuaremos interactuando de buena fe para intentar garantizar que nuestros productos estén disponibles». La multimacional de bebidas, deja la puerta abierta a retomar las conversaciones. «Esperamos que podamos acordar los términos pronto para que nuestros productos puedan volver a estar en sus estantes para que los disfruten los consumidores».
Reacciones
La medida de Carrefour ha traído reacciones en cadena. Por un lado, el gobierno ha exigido a los minoristas y proveedores que finalicen las negociaciones anuales de precios en enero, dos meses antes de lo habitual, en su intento por reducir la inflación.
Por parte de los distribuidores, el presidente de la mayor cadena de supermercados de Francia, E. Leclerc, pidió a todas las grandes empresas de bienes de consumo que bajen sus precios mientras opinaba sobre la decisión del competidor Carrefour de abandonar los productos de Pepsico en medio de tensas negociaciones de precios. En una publicación en LinkedIn, Michel-Edouard Leclerc dice que «debemos convencer en el próximo mes a todos estos grandes proveedores que cometieron el error de aumentar demasiado sus precios, para que los bajen, o los moderen, ahora».
En este sentido, el presidente del grupo líder en Francia, afirmaba esta misma semana que seguía vendiendo Pepsi, mientras continúan las conversaciones con los industriales. Al comentar sobre las negociaciones anuales de precios con los proveedores que finalizarán el 31 de enero, Leclerc dijo que había pedido al gigante alimentario francés Danone recortes de precios que esperaba que entraran en vigor en febrero-marzo. Danone por su parte, afirmaba en un comunicado que mantendría reuniones y conversaciones semanales con todos sus clientes sobre todas sus categorías de productos.
Michel Edouard Leclerc se manifiesta optimista sobre la inflación de los alimentos en Francia que podría volver a un rango del 2,5% al 3% este año, ya que las empresas de bienes de consumo «se habían vuelto más razonables».
«Todos los grandes grupos industriales están ganando tiempo. No tienen prisa por firmar antes del 31 de enero. Los precios para el año se están decidiendo ahora», afirma
En otros países, como Alemania y Bélgica, algunos distribuidores han suspendido los pedidos de algunos productos durante el último año, una táctica para presionar en las negociaciones a medida que la inflación aumenta las exigencias en precio por parte de los consumidores.