El día después
No sé si lo escuché. O simplemente lo oí. En un desordenado y tenso debate, uno de los dos opositores a dirigir nuestros destinos los próximos años ofrecía remedio a la situación económica. “Crearemos un Observatorio de Precios”. Y añadió, “como Sarkozy”, un ejemplo que cunde. Cunde su voluntad en recuperar la confianza de los consumidores, que ha dado lugar a un Observatorio, doble ya, el oficial y el de las empresas, con cifras contradictorias antes aún de presentar los primeros datos. ¿A cuál se referiría el candidato?.
Los asesores de los políticos saben que a nosotros, sus clientes, deben sorprendernos. Y vaya si lo consiguen. Hasta mi perra Teckel pegó un respingo, elevó sus pequeñas orejas, miró fijamente la pantalla, acostumbrada a “verse” en dos de cada cuatro spots con el eficaz tandem de niño- abuelo-mascota. Esta vez no iba con ella. El otro candidato quedó también sorprendido: “Observatorio de Precios, ¿pero no tienen ya uno?”. Llevaba mejor repasadas las noticias. El MAPA, responsable del Observatorio español (poco que ver con el del vecino país) y para echarle un cable a la inflación, había anunciado horas antes el descenso en los precios en origen “un 8,9%”, aunque “en el supermercado” solo descendieran un 0,50 %. Juzguen ustedes mismos.
¿No hay más propuestas? Quizás los posibles gobernantes guarden sus medidas, proteccionistas o liberalizadoras, para después. Para el mejor anuncio, modelo mascotas-niños-abuelos. Pero conviene recordar. Gracias a miles de empresarios, españoles y de fuera, nuestros comercios, pequeños y grandes, juntan en España catorce de cada cien empleos. Buena cifra suman los procesos industriales, intermediarios también en la cadena de valor. El descenso del empleo, un hecho ya en la construcción, puede derivar en una caída del consumo, de la actividad comercial y de parte importante de puestos de trabajo creados por la intermediación. Confiemos en quién tiene el poder sobre los márgenes. Confiemos, sobretodo, lo hemos dicho anteriormente, en que sea quién sea el elegido el próximo día nueve de marzo, se imponga la responsabilidad social. O, lo que es lo mismo, la necesidad de apoyar e impulsar una mayor competitividad. Financial Times dixit.
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