El Consumidor siempre en el punto de mira del supermercado
2014 está siendo un año duro para el consumo. ;Las cifras oficiales muestran que el precipicio de la caída en ventas se va alejando, pero las incertidumbres continúan.
Desde Asedas insistimos que la prioridad ahora sigue siendo recuperar el consumo interior y, en nuestro caso, el consumo alimentario.
Durante los años de la crisis, la cadena agroalimentaria española ha demostrado ser una de las más competitivas de Europa. Hemos mantenido puestos de trabajo, hemos seguido ofreciendo surtidos competitivos y completos a nuestros clientes y, lo más importante, ellos han confiado más que nunca en el formato supermercado.
Las empresas integradas en Asedas, desde las dos principales centrales de compras que hay en España a, las cadenas de supermercados implantadas en todo el territorio, las cooperativas y sus franquiciados pasando por las más importantes cadenas regionales, intentan satisfacer día a día a sus clientes. Ésto nos compromete porque asumimos responsabilidades muy importantes. Estamos hablando, por ejemplo, de seguridad alimentaria, de ofrecer surtidos amplios a los consumidores, de trabajar con el resto de la cadena, de ser sostenibles en nuestro entorno…
El supermercado es el formato preferido de los consumidores españoles para hacer su compra de alimentación, igual que lo es en la mayoría de los países europeos, porque ha sabido combinar rasgos propios de otros formatos –como la competitividad en precios o la atención al cliente de productos frescos- para adaptarse a las necesidades de los consumidores y a los cambios de la sociedad.
Sin embargo, los retos continúan y, podríamos decir, que aunque no son mayores sí que son cada vez más exigentes. Sólo enumero tres de ellos y les aseguro que el trabajo que hay detrás es ingente:
1. Las relaciones en la cadena agroalimentaria, en las que hemos tratado de superar una visión del pasado que ignoraba el papel y las necesidades de la distribución y tampoco aprovechaba, por parte de los poderes públicos, la capacidad que ésta tiene para ser la palanca en la que se apoyen cambios en otros eslabones.
2. La lucha contra la fiscalidad “verde” injustificada. Estamos tan comprometidos con el respeto a nuestro entorno, lo que no podemos tolerar es que se utilicen los impuestos medioambientales para otros fines porque los desvirtúan y traicionan su contribución a la sostenibilidad.
3. Defender al consumidor. No podemos asumir más subidas de IVA al gran consumo. Toda la cadena comprobó como la subida del IVA del 2012 nos sumió en un pozo de decrecimiento en las ventas de alimentación. Desde que hemos conocido las amenazas, en forma de recomendaciones de tantos organismos nacionales e internacionales, de más subidas de IVA, todos los agentes de la cadena de alimentación hemos demostrado con datos que el consumidor no puede aguantar otra subida.
Otras prioridades son la seguridad de nuestros establecimientos, un mejor etiquetado de los productos, seguir garantizando la seguridad y trazabilidad de los alimentos… y como diría un inglés, las últimas no son las menos importantes, y siempre pensando que el cliente eslo más importante que tenemos y puede decidir ayer donde comprará mañana.